La Paz/AMN.- El preste y la chola son los elementos que sustentan el fundamento para que la festividad de la Santísima Trinidad del Señor Jesús del Gran Poder de La Paz sea declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La tradición se remonta a 1923.

“El preste es como catalizador del tejido socio-devocional para la cohesión de las fraternidades que renuevan su fe al Señor Jesús del Gran Poder a través de sus expresiones artísticas”, expresó en una frase conclusiva, Carmen Beatriz Loza, doctora en Demografía y Ciencias Sociales (Francia), historiadora y responsable de la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad a la cosmovisión Kallawawa, la Ichapekene Piesta y los recorridos rituales de la Feria de la Alasita.

La experta aportó a la documentación que forma parte de la carpeta del Gran Poder.

En la década de 1920 las familias de bordadores de trajes típicos de la tradicional calle Illampu comenzaron a organizarse para conformar las primeras fraternidades folklóricas y acompañar el recorrido del cuadro con el rostro del Señor Jesús.

Entre los artesanos sobresalen las familias Gisbert y Chuquimia que tuvieron la iniciativa de realizar las primeras fiestas con prestes y pasantes e impulsaron este evento, que en sus inicios era considerado como una celebración de barrio.

La Festividad de la Santísima Trinidad del Señor Jesús del Gran Poder de La Paz empezaba su recorrido para convertirse en una de las fiestas patronales más importantes de Bolivia, según los datos del Comité Impulsor.

En la última celebración de la festividad en junio, más 42 mil bailarines y 7.000 músicos congregados en 69 fraternidades de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder además de miles de espectadores fueron parte de fiesta.

Esta tradición que ostenta la nominación de ‘Patrimonio Cultural de Bolivia’ (Ley 2371 del 22 de mayo de 2002) y de ‘Patrimonio Cultural de la ciudad de La Paz’ (OM 054/95 del 6 de junio de 1995) ahora es considerada como uno de los principales motores económicos de La Paz, la última celebración generó un movimiento económico de más de 115 millones de dólares desde su primera misa, en noviembre, hasta el día de la festividad, según reporte de la Secretaría Municipal de Desarrollo Económico (SMDE).

Resulta inevitable no contrastar estos datos actuales con el origen de la fiesta que, según expertos, celebró su primer recorrido el 8 de diciembre de 1663 durante la fundación del Convento de Madres Concepcionistas. En ese y posteriores años, las postulantes al convento y los devotos debían llevar un cuadro con la imagen del Señor Jesús del Gran Poder.

No fue hasta el 2011 que la asociación paceña de folkloristas decide postular la Fiesta Mayor de los Andes para que se convierta en un Patrimonio de la Humanidad, con ello comienzan los trámites ante la Comuna. El 2016 el Ministerio de Culturas y Turismo en coordinación con la Gobernación paceña y la Alcaldía de La Paz crean el Comité Impulsor que reunió a las principales entidades públicas del país además de expertos y especialistas en historia y folklore.

En una de las fases para la construcción de la carpeta, el Comité Impulsor identificó “al preste y la chola como temas predominantes en el pasado”. “A medida que pasó el tiempo y en el mismo proceso de redacción y conversación con la Asociación nos dimos cuenta que no podíamos aislar esos elementos”, según datos de la Agencia Municipal para el Desarrollo Turístico.

Asimismo, el Comité Impulsor se encargó de construir el expediente o carpeta que también contiene documentos audiovisuales y fotográficos. La misma fue presentada el 31 de marzo de 2017 ante la Secretaría de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en su sede en París, Francia.

La delegación boliviana que viajó a Bogotá, Colombia, al décimo cuarto Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial -que decidirá si el Gran Poder formará parte de la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad- tiene como principal elemento para postular, ante este organismo, una frase conclusiva de Carmen Beatriz Loza, doctora en Demografía y Ciencias Sociales (Francia), historiadora y responsable de la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad a la cosmovisión Kallawawa, la Ichapekene Piesta y los recorridos rituales de la Feria de la Alasita.

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