Dos personas de El Alto reciben el alta médica en el hospital La Portada después de vencer al COVID-19.

La Paz/AMN.- La emergencia sanitaria cambió la vida de varios médicos que en esta pandemia afrontaron hasta tres jornadas seguidas de trabajo, con doble y triple turno, alejados de sus familias. En el tiempo de mayor calamidad de la emergencia sanitaria, la fortaleza y el compromiso mantiene en pie al personal de los hospitales municipales del municipio.

Como homenaje al Día del Médico en Bolivia que se celebró ayer y en honor a sus colegas, la directora del hospital La Portada, Liliana Gonzales, destacó el trabajo comprometido del cuerpo médico. Dijo que los protocolos de atención se construyeron e implementaron día a día, en los seis meses de atención continua que ya transcurrieron. Los contagios en este nosocomio fueron ocho y se presentaron a finales de junio.

“Todo el esfuerzo y entrega que han tenido los médicos con las pacientes ha sido grande. Hubo temores, hubo muchas alegrías al ver a un paciente reestablecido, hubo impotencia cuando en nuestro hospital las casas no eran suficientes para el número de pacientes que venían. Ha sido frustrante muchas veces que pese a los esfuerzos no podíamos sacar a un paciente porque ya venía complicado”, recordó Gonzales.

Los hospitales municipales Los Pinos y Cotahuma también funcionan para la pandemia, ante el incremento de contagios que se presentaron en la ciudad. La directora del La Merced, Ximena Salinas, contó que el 60% del personal de este nosocomio se infectó desde mayo, cuando comenzó a atender a pacientes con COVID-19. Este porcentaje equivale a 130 personas, de los cuales 37 eran médicos.

Los médicos de los hospitales municipales no escatimaron esfuerzos por sacar adelante a sus pacientes en medio de la pandemia.

“Con esa tremenda cantidad de bajas, el 40% del hospital ha seguido haciendo dobles y triples turnos de médicos y enfermeras para poder reemplazar, porque estábamos en el pico más alto de la pandemia. No podíamos cerrar como han hecho otras instituciones”, afirmó la médica.

La profesional relató que después del turno de 24 horas, los médicos preferían quedarse y seguir trabajando. Muchas veces permanecieron dos y hasta tres días, a pesar del temor de llevar la enfermedad a sus casas.

“Hemos tenido personal que se quedó 36 y hasta 48 horas en el hospital sin regresar a su casa y sin dejar de trabajar, en algún momento sin comer. Tenían ahí los alimentos, pero preferían no comer nada hasta salir del área roja, donde se atiende pacientes positivos, por el miedo de llevar con el alimento alguna contaminación a su organismo”, relató Salinas.

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