Conciencia ciudadana: clave para prevenir riesgos.

La Paz/Las Cosas Claras.- Construir una vivienda en La Paz requiere de planificación, orden y conciencia. Al ser la Sede de Gobierno una urbe donde el 70% de su territorio está en zonas de riesgo, resulta ineludible ser responsables en la toma de decisiones al momento de edificar una casa.

Tras el deslizamiento en Kantutani, que provocó la caída de 68 viviendas, cabe responder a una pregunta: ¿Cómo se planifica la ciudad para mitigar los riesgos? Para el secretario municipal de Planificación para el Desarrollo, Marcelo Arroyo, existen acciones que se deben tomar en dos sentidos.

En primer lugar se debe concientizar a los ciudadanos sobre la información en materia de riesgos que deben considerar cuando compren o construyan una casa. En segundo lugar es necesario fortalecer el trabajo del Sistema de Alerta Temprana, el Centro de Operaciones de Emergencia Municipal (COE), además las Bases Bravo que son infraestructuras de Atención de Emergencias que cuentan con el equipo técnico especializado conformado para este efecto.

En esa línea, para fortalecer estas labores de las instancias especializadas, Arroyo sostiene que el Municipio trabaja en “implementar infraestructura preventiva en las cuencas del municipio de La Paz, como la estabilización de suelos, canalizaciones, embovedados, sistemas hidráulicos, entre otros”.

En ese marco, de mano de la prevención, la Municipalidad ejecuta el Proyecto de Estabilización de Zonas gracias a la emisión de bonos en la Bolsa Boliviana de Valores por Bs 140 millones. Este dinero se está invirtiendo en 39 obras divididas en seis zonas de alto riesgo.

En paralelo, la Comuna ha puesto en vigencia desde el 14 de octubre de 2018 el Reglamento General de la Ley Municipal Autonómica 233-240 de Fiscalización Técnica Territorial, normativa que tiene un carácter fundamentalmente preventivo. “Esta norma regula la fiscalización territorial respecto al cumplimiento de la normativa técnica legal relacionada con la planificación, el ordenamiento y la administración territorial en los usos, clases y ocupación del suelo, patrones de asentamiento y parámetros de edificación”, explica Arroyo.

En ese marco, la materia prima para dar cumplimiento a esta ley es la información, lograr que la ciudadanía se rija a la norma para evitar construir de manera ilegal, promoviendo la prevención y la regularización.

De esta manera, las suma de estos factores permitirá que exista un sentido de corresponsabilidad entre ciudadanos y Alcaldía, para trabajar de manera conjunta, ejecutando proyectos de estabilización de suelos, fortaleciendo las instancias de control que permiten prever riesgos y alcanzar el cumplimiento de la norma de fiscalización para evitar que emergencias como la de Kantutani se vuelvan a repetir.

¿Qué hace la Municipalidad para mejorar la planificación urbana? Arroyo explica que la planificación urbana es una “ciencia de constante evolución que debe ser adecuada, dependiendo las tendencias de innovación, aspectos coyunturales y la temporalidad de las ciudades”.

En ese marco, la autoridad edil recuerda que la ciudad tiene el Plan Integral La Paz 2040, un modelo de planificación de desarrollo donde se plantea un Modelo de Ocupación del territorio compuesto por lineamientos estratégicos orientados a lograr un “municipio compacto, policéntrico, en equilibrio, integrado y sustentable”.

Asimismo, el Plan Integral La Paz 2040 promueve un nuevo diseño de expansión de la ciudad de forma ordenada y planificada a través de los Modelos de Ocupación Chicani – Chinchaya.

“Los instrumentos de planificación urbana son diferentes ahora que hace 20 o 40 años y las políticas se enfocan hacia nuevos desafíos referentes al cambio climático y la resiliencia urbana. Un ejemplo de ello es la nueva propuesta para el diseño de áreas de expansión, iniciado con el primer Modelo de Ocupación Chicani – Chinchaya, que viene a ser un avance y propuesta importante de un desarrollo urbano planificado y consensuado con los habitantes, que a su vez da lugar a una nueva forma de pensar y planificar la ciudad”, explica Arroyo.

En ese objetivo de lograr un desarrollo ordenado de la ciudad, donde prime el ordenamiento territorial para evitar deslizamientos, Arroyo sostiene que la planificación urbana de La Paz debe ser integral y debe tomar en cuenta el medio ambiente, la participación ciudadana y el fomento a la provisión de un hábitat de calidad.

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