Ana, la encargada de la Guardia Municipal que combina con su rol de madre y estudiante de Derecho

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Mientras controla el comercio no autorizado en vías, la guardia municipal Ana Chambi ayuda a cruzar la Av. Camacho a una adulta mayor. Foto: AMUN

AMUN/08-03-24
A sus 19 años, Ana Chambi ingresó a la Guardia Municipal y 13 años después la ascendieron a responsable de comercio en vía pública, rol que combina con sus clases de Derecho y el cuidado de su hija. A su cargo están más de una veintena de efectivos ediles.

Con una sonrisa, contó que su primer día en ese espacio edil fue cuando aún era postulante. Salió a las calles con un chaleco, algo temerosa, pero decidida. “Hace dos meses que soy responsable de comercio en vía pública, es algo complicado manejar el personal y comercio”, dijo la joven a la Agencia Municipal de Noticias (AMUN).

Ana interrumpió la entrevista por unos minutos para cumplir con su labor. En la plaza Camacho, había unos jóvenes que vendían ropa sin autorización. Con una voz firme y sin titubear, les pidió que se retiren. “Salgo a las calles con mis compañeros a dar cumplimiento a las ordenanzas y las leyes municipales”, dijo.

A su cargo están 23 guardias municipales. “Manejar al personal es complicado, pero se puede tratando de coordinar y teniendo empatía”, explicó la joven de 31 años que estudia Derecho en las mañanas y trabaja por la tarde y la noche.

Mujeres al mando

En la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana de La Paz promueven la equidad de género. ¿Sabía que la capitana Belca Patricia Krellac García comanda la Guardia Municipal de La Paz”, sí, ella trabaja con más de 300 varones y mujeres. “La incorporación del género femenino es importante en nuestra sociedad”, afirmó Krellac.

Por los operativos de decomisos, Ana relató algunos momentos ingratos que vivió, aunque los insultan, es mayor su compromiso para seguir con sus labores. “La gente desconoce las funciones de la Guardia Municipal, piensan que al hacer el retiro del comercio que no tiene autorización, lo hacemos por malos, nos dicen rateros y que no tenemos familia e hijos”, lamentó la servidora pública.

Sostuvo que lo incautado lo dejan en almacenes y hay un protocolo estricto para su tratamiento. “También emitimos el acta de decomiso y los comerciantes tienen la opción de recuperar de acuerdo a la normativa, si cumplen”, dijo la edil.

¿Qué momentos gratos vivió? Contó que ayudó a una persona que fue atropellada en la calle Colombia y en otra ocasión, en la vía Santa Cruz, un comerciante tomó veneno porque alegó que tenía problemas familiares. “Contratamos un taxi para llevarlo al Hospital La Paz, en el camino hicimos que los vehículos se fueran a los costados para llegar lo antes posible; días después, al señor lo vimos vendiendo en su puesto y nos sentimos felices de haber salvado una vida”, contó la joven.

Mientras sale a operativos en distintas zonas comerciales, su tía la ayuda con el cuidado de su hija, quien es su inspiración para seguir superándose. “Quiero titularme y ejercer mi carrera, quiero seguir creciendo”, expresó Ana, la guardia municipal que vela por el orden en la sede de Gobierno.


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