La Paz/AMN.- El Bioparque Municipal Vesty Pakos controla las defensas y calorías de los animales con una dieta y acondicionamientos en sus ambientes para resguardar su salud. Este espacio, administrado por la Alcaldía de La Paz, alberga fauna silvestre rescatada del tráfico, accidentes y mascotismo, actividad que consiste en sacar a los animales silvestres de su hábitat natural para encerrarlos en casas particulares.
“Son medidas para resguardar la salud de la fauna durante el invierno. En el caso de los reptiles se realizan ajustes en la cantidad de raciones, principalmente de las tortugas, puesto que estas suelen bajar el consumo de alimentos en esta temporada, entrando en un estado de bruma o hibernación”, explicó la directora de este espacio edil, Grace Ledezma. Respecto a las aves, como las especies de loros y parabas, se les suministra el ácido ascórbico en sus alimentos.
La autoridad dijo que para los mamíferos, en el caso de los felinos y cánidos, se les brinda comida con mayor contenido graso, como presas enteras y se prevé la adquisición de ítems alimenticios con alto contenido de vitamina C. En la dieta de los carnívoros, se suplementan probióticos, calcio y magnesio, otros minerales y complejos multivitamínicos.
Y los omnívoros, como los tejones, monos, meleros y martuchas, obtienen estos nutrientes de la piña, espinaca, mandarina y otras frutas. Mientras que para los herbívoros, como las vicuñas, llamas alpacas, caballos y taruka se incrementa el uso de derivados secos de origen vegetal, como alimento peletizado, lo que implica el reciclado en forma de gránulos, además de trabajar con una variedad de fórmulas de alimentos balanceados.
Ledezma detalló que dependiendo de cada especie, se implementan diversos elementos de ambientación para mantener abrigados a los animales albergados en el Bioparque durante el invierno. Para los mamíferos como: zorros, osos, meleros, tejones, pumas, jaguares y gatos de monte se colocan colchones de pasto seco, colchones de paja y frazadas en sus refugios o madrigueras.
“En el caso de los monos, que suelen ser muy activos, se opta por tapizar sus refugios internamente y para los grandes felinos, como pumas y jaguares, se colocan tarimas alfombradas. En algunos ambientes de exhibición, se colocan cortinas para evitar el cruce de aire”, precisó Ledezma respecto a este espacio con 22,4 hectáreas de extensión y acoge a más de 528 animales.
Y para los reptiles: tortugas, serpientes y lagartos, se incrementa el tiempo y frecuencia de calefacción con estufas y focos infrarrojos. “Algunas medidas adicionales para resguardar la salud de la fauna durante el invierno es el traslado de los animales más sensibles a los cambios de temperatura, a cuarentena, para proveerles un ambiente más controlado y se incorporan refugios nuevos para proveerles de más opciones para resguardarse”, detalló Ledezma.
El Bioparque está cerrado por la pandemia y los animales son atendidos con normalidad por parte del personal veterinario, una bióloga, la nutricionista y los guardafaunas.
