La iglesia colonial de Cañaviri recuperó su riqueza patrimonial con su restauración.

La Paz/AMN. – Transcurrió algo más de un año para culminar dos fases del plan de restauración que recupera el valor patrimonial de la iglesia colonial de Cañaviri en el Macrodistrito Zongo. La fachada, los ambientes, el techo, el campanario y las torres lucen esa imagen del siglo XVIII, cuando fue edificada.

Apreciar y palpar el material original o la estructura inicial que tenía en sus ambientes, genera una fascinación en los visitantes de Cañaviri. El turismo es un rubro que será explotado con mayor énfasis en la zona y la iglesia colonial, de estilo rural, es uno de los centros de atención.

La entrega oficial de las obras fue el viernes. Los comunarios recibieron con entusiasmo y agrado el trabajo que realizaron los estudiantes de la Escuela Taller de Restauración de la Alcaldía paceña.

Los jóvenes obreros explicaron, en un breve acto, que con el paso de los años se deterioró la cubierta que presenta paja y madera, además de la torre. Presumen que la caída de un rayo afectó la estructura y lo recuperaron con arena, cal y piedras laja, similares a los originales.

“(Zongo) es un espacio que alberga variedad de riqueza natural, arquitectónica, patrimonial y arqueológica. Tenemos espacios o sitios de arte rupestre, espacios como la iglesia que data del siglo XVIII que son patrimonio importante, entonces, queremos promover el ámbito del turismo”, destacó en su alocución el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti.

Al ingreso del templo se observa una placa conmemorativa a la restauración. Los detalles fueron tomados en cuenta, por ejemplo, en el tallado de la moldura que tienen los espacios para las imágenes religiosas. También instalaron un sagrario; y para la iluminación, produjeron ornamentos en forjado de hierro.

La explicación del trabajo estuvo a cargo del responsable de la escuela taller municipal, Rolando Saravia. Dijo que la primera fase fue en diciembre de 2019 y consistió en el retiro del techo original de paja, colocaron cañahuecas en el interior, calaminas y recubrieron con paja. La Alcaldía paceña destinó Bs 35.000 aquella vez.

La experiencia de residir por días y trabajar en el lugar fue transmitido por uno de los becarios de la institución académica. “Ha sido un reto para notros venir a trabajar porque el clima es drástico, a vece sol y otras veces lluvia”, afirmó el joven Álvaro. Cañaviri se encuentra a tres horas de viaje del municipio de La Paz.

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