El tramo inicial del viaducto que conecta posteriormente con la plaza Abaroa. Foto: AMUN.

AMUN/04-05-22
La entrega del Viaducto Belisario Salinas dará pie a la revitalización y modernización de la plaza Abaroa, cuya esencia será inclusiva y el cuidado del medioambiente. “Se va a hacer una inversión muy fuerte con la que se va a reconstruir la plaza Abaroa, con diferentes espacios para mascotas, para el acondicionamiento físico, con aguas danzantes y con una mejor iluminación”, informó el responsable del Programa La Paz de Mil Colores, Vladimir Ameller.

Anunció que la primera etapa es la construcción del viaducto, la segunda la revitalización de plaza Abaroa, más inclusiva y más participativa. “En una tercera etapa y quizá el desafío más importante, es que la plaza sea un eje articulador de un potenciamiento económico en Sopocachi, una recuperación de esa identidad gastronómica y bohemia”, dijo.

Ameller explicó que hay mayor espacio en las aceras de la calle Abdón Saavedra en dos metros y se replicarán en otros lugares del sector para que las personas no solamente transiten, sino que permanezcan. “Con las inversiones tanto en el viaducto como en la plaza Abaroa queremos generar todo un boulevard gastronómico, una zona de esparcimiento, una zona segura, donde la gente pueda habitar y recuperar los espacios públicos”, afirmó.

El viaducto está considerado como una primera etapa de varias en la que tiene que ver la plaza Abaroa, con la posibilidad de incentivar y estimular la ocupación regular del espacio público, a través de un conjunto de actores que demuestren su interés para embellecer la ciudad.

“La participación de actores económicos y gastronómicos vinculados a restaurantes, bares y heladerías, entre otros, puede extender la prestación de servicios a la vía pública y eso creo que le va a dar un tono y una imagen, para construir una identidad diferente para la zona de Sopocachi”, dijo Ameller.

El objetivo principal de esta obra es la de descongestionar un sector como es la plaza Abaroa y acortar los períodos de desplazamiento de la gente, que como en toda ciudad tiende a incrementarse, mejorando la calidad de vida de las personas y a fin de que el tránsito de vehículos se realicen en menor tiempo.

Obreros de la empresa El Ceibo, responsable de la obra, trabajan en el techo del viaducto. Foto: AMUN.

Ameller dijo que más allá de que la obra es infraestructura, hormigón y cemento, tiene que ver con una función social, con un mensaje ecológico, recuperando el paisajismo urbano en la ciudad. “Hemos querido en la gestión del alcalde Iván Arias, darle un sentido, una identidad distinta, por eso se ha trabajado con Emavías, Emaverde, con las subalcaldías Cotahuma y Centro en la mejora del viaducto en los aspectos que tienen que ver con la identidad a través del muralismo, de la forestación y una mejor iluminación de la zona”, agregó.

El viaducto tiene un tránsito desde un inicio en la calle Hermanos Manchego, con colores ocre, con colores verdes de naturaleza, hacia un color azul y celeste que acaba con el tema acuático en la parte de la plaza Abaroa, con un concepto eco ambientalista, con el objetivo de identificar todas las especies que están en riesgo de extinción en el municipio de La Paz, por lo que se incluyen especies acuáticas y terrestres plasmados en tres murales ubicados en el ingreso, centro y salida del viaducto.

Para este objetivo, se hicieron alianzas estratégicas con colectivos urbanos como Pro Pacha y Huako, con unidades educativas como el colegio Ecuador, así como la participación de obreros de las subalcaldías Centro y Cotahuma, además de gente ambientalista, gente joven que aportó con ideas. “Mucha gente joven que a través de esta corriente ambientalista ha venido a aportar con lo suyo, ha venido a tomarse horas de su tiempo, un fin de semana, un domingo en la noche, para poder aportar a su ciudad en este proceso de construcción y co-creación imprescindibles para que estas obras tengan arraigo en la ciudadanía”, dijo.

En relación a los anaqueles que estaban ubicados en el sector antes del inicio de las obras, señaló que éstos volverán a sus lugares, previa regulación y pintado con colores que los identifiquen, generando una zona más segura, con más iluminación y forestación. “La Paz necesita mucha forestación, mucha área verde que es la que se va tornar en el atractivo, para que la gente se anime a estar en la plaza, a estar en la calle, a permanecer más tiempo, a disfrutar ese espacio de reencuentro y de diálogo que en las ciudades grandes la hemos perdido por una serie de razones y más aún con la presencia del Covid-19”, finalizó Ameller.
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