AMN/01-11-21
Este lunes comenzó el mes aniversario de los educadores urbanos, Cebras, de La Paz con un festejo en plaza Camacho, donde el alcalde Iván Arias planteó el desafío de reinventar al personaje, crear otros y cambiar la música característica para que no “perezca” y pueda durar otros 20 años más; el 19 de noviembre cumplirá su vigésima gestión.
“Había planteado a la Secretaría de Educación y Cultura Ciudadana que el desafío es remozar a las cebritas, tenemos que cambiar a los 20 años, empezando la música. Debemos tener un nuevo ritmo adecuado a la circunstancia, unas nuevas figuras; hay que crear nuevas figuras, debemos inventar algún personaje que haya surgido en este tiempo. Si es que no nos reinventamos normalmente terminamos pereciendo; no quiero que las cebritas perezcan”, afirmó la autoridad durante el acto realizado en plaza Camacho.
Decenas de educadores urbanos se congregaron para activar la agenda de festejos que tendrá varias actividades, como talleres, capacitaciones, acompañamiento a actos públicos. Luego de bailar la canción “La ciudad que habita en mi” de Octavia, que fue la característica de las Cebras en el último lustro, los personajes soplaron la vela en la torta.
Para Arias, el reto es contar con las Cebras en los próximos 20 años, “reinventados, haciendo cosas nuevas”, agregó el alcalde de La Paz. Por su lado, la secretaria municipal de Educación y Cultura Ciudadana, Isabel Espíndola, recordó que cerca de 8.000 voluntarios pasaron la experiencia de vestir la “piel cebra” en el programa municipal. “Felicidades, es el inicio del mes aniversario y lo vamos a festejar con todo, muchas felicidades para ustedes”, sostuvo.
Los educadores urbanos, Cebras, de La Paz comenzaron con su trabajo el 19 de noviembre de 2001 como un plan piloto para reestructurar la movilidad urbana del municipio, de educación vial para conductores, pasajeros y peatones; ya que un estudio reflejaba que el tráfico era caótico por el centro de la ciudad.
La exdirectora del Cultura Ciudadana, Jenny Veliz, recordó que la imagen de la Cebra fue “intencionada” para recuperar los pasos de Cebra y los primero voluntarios eran jóvenes en situación de calle, lustracalzados, voceadores, vendedores de dulces y canillitas.
Los primero años del programa tuvo como característica un atuendo para dos personas, uno de pie, que llenaba la cabeza y dorso y otro agachado, que hacía el lomo y cola. Esta primera experiencia no fue tan familiar para la población, ya que incluso era objeto de bromas porque algunos peatones hacían un “salto de burro”, según refleja la nota de la AMN del 1 de agosto.
El programa de Las Cebras de La Paz se replicó en Viacha, El Alto, Tarija, Sucre y en otras capitales de departamento que también usaron al personaje pero con el patente paceño. La piel Cebra, como se denomina al atuendo, tuvo cinco modificaciones.
Las Cebras fueron un aporte importante durante la pandemia de la Covid-19, ya que socializaron los cuidados sanitarios; forman parte en imagen de la Guía Covid-19 de la comuna paceña. Y, para promover la resiliencia, activaron los “consultorios de paz”, llevaron a la población a hacen el “Jerusalema Challenge” que ayudó a varios sectores de la población al reencuentro ciudadano con danza y música, característica del sudafricano Master KG.
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