Interiores del mercado Lanza, en pleno centro de la ciudad de La Paz. Foto: AMUN

AMUN/6-01-22

El alcalde Iván Arias visitó la tarde de este jueves el mercado Lanza, donde evidenció el estado de abandono en el que se encuentra, convertido en un urinario, presencia de aguas servidas, instalaciones sucias y muchos puestos de venta cerrados. En su recorrido, el burgomaestre mostró su molestia por esta situación y anunció que se tomarán medidas correctivas.

“Quería tomarme un tecito con marraqueta y queso, me dediqué a pasear y salgo con el hígado hinchado, dolorido, avergonzado de cómo este mercado, en pleno centro paceño, está tan abandonado; voy a pedir cuentas a nuestros ejecutivos”, dijo Arias al salir del centro de abasto.

Aria comprobó que el mercado se ha convertido en “un urinario, un lugar de maleantes, las ventas no se hacen, es doloroso” y explicó que este descuido debe ser subsanado con acciones que permitan recuperar las óptimas condiciones del mercado cuya ubicación es vital en la ciudad.

“Hay mucho descuido, vamos a tomar cartas en el asunto; yo hago inspecciones rápidas in situ, no me la cuentan, ahora quedo sorprendido y entiendo el reclamo de las caseras, entiendo la indignación de las caseras que están vendiendo y a lado se orinan, botan basura desde arriba. Ahora mismo estoy citando al director de Mercados”, añadió.

El secretario municipal de Desarrollo Económico, Marco Agramont, informó que el mercado Lanza debe ser intervenido de manera integral y para el efecto, dijo, sostiene reuniones desde el mes de noviembre con las más de 100 vendedoras para reorganizar el centro de abasto. Para este fin las reuniones se realizan dos veces por semana.

“Son más de 100 vendedores, son más de 10 años sin inversión, los puestos están abandonados, hay un ingreso tapado, todo ese desorden que han causado las anteriores autoridades; estamos conversando con los sectores, buscando soluciones en un trabajo a largo plazo, este año sería de reordenamiento del mercado Lanza”, explicó Agramont.

En julio de 2010, con fiesta y ch’alla la comuna paceña entregó el nuevo mercado Lanza a las vendedoras de 14 asociaciones de comerciantes. Al mes,  las caseritas comenzaron a dejar el lugar. Era frío, oscuro, parecía un laberinto y sus clientes las dejaban, de acuerdo con reporte del diario Página Siete.

En el Lanza, los 14 accesos y salidas a las calles Evaristo Valle, Figueroa y a la plaza de Los Héroes se han convertido en un enredo. Sin señalización, 60 rampas de subida y bajada se conectan con decenas de   pasillos  flanqueados por  mil anaqueles. El reporte señala que no todos conducen a los accesos  sino  a rincones oscuros donde el olor a humedad, cigarro, alcohol y  orines se condensan en  una nube helada y nauseabunda.

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