AMN/29-10-21
Con las caras pintadas, sombreros de brujas o letreros que decían: “galletas del terror” la ‘Ruta de emprendimientos’, organizado por la Alcaldía de La Paz, reunió a jóvenes en 35 stands en plaza del estadio Hernando Siles, donde expusieron sus propios negocios con una temática de Halloween.

“He pasado por todos los lugares, me he asustado por las máscaras, pero en todo caso he visto mucha creatividad, aquello (señala) parece una máscara, es pintado natural, hay tecnología para generar disfraces, muy hermosos, me encantan. Les preguntaba: ‘¿qué te ha movido?: quiero salir adelante, porque puedo hacerlo’, eso les ha incentivado, no estirar la mano, sino arañar la vida”, dijo el alcalde de La Paz en la inauguración de la feria.

A lo largo de la parte baja de la plaza se instalaron 35 stands. Las propuestas eran desde bizcochos artesanales con decorado de Halloween hasta jugos naturales, rellenos, maquillajes y tejidos artesanales.

Con una sonrisa atendían en cada espacio de venta los propietarios de los negocios, todos jóvenes que habían cursado carreras técnicas en el Instituto de la Juventud de la Alcaldía, Fe y Alegría y el Centro de Multiservicios (Cemse).

Los trajes de Catrina, La Purga, Cleopatra y creativas Calabazas destacaron en niños y jóvenes en una previa a la fiesta de Halloween que se celebrara el domingo. “La Ruta de oportunidades para jóvenes” tenía el fin de promover el desarrollo de nuevos negocios.

En el trayecto se podía ver un letrero de “Galletas del terror”. El negocio de repostería tiene seis socios, estudiantes de primer semestre y que por la pandemia vieron factible hornear panes galletas de mantequilla, chocolate, quinua y hasta pizzas, según José Miguel Salva, al lado estaban Jimena y Rosa. Para la ocasión prepararon bizcochuelos con decorado de telarañas y galletas de Halloween.

Metros más adelante estaba el puesto de venta de Leydi Libertad, quien por el pintado de uñas cobraba a seis bolivianos. “Pienso que más allá de que sea práctico, te tiene que gustar lo que haces, si te gusta lo que haces, vas a poder hacer diseños”, explicó la joven emprendedora al momento de decorar los cinco dedos de la mano izquierda de su cliente, Martha Rivas: “es lo bonito de los jóvenes, tienen más ideas, no se fijan en dinero que van a ganar, son más creativos.

Con 22 años de edad, Claudia Puch, es dueña de un negocio de rellenos de papa pero la tienda virtual que administra se llama “Dulces pecaditos”. “Ofrecemos pasteles, rellenos, rollos de queso, galletas, croquetas, cupcakes”. Explicó que produce los pedidos y entrega por delivery.

La madre de una niña de tres años sostiene a su hermana y costea sus estudios en Derecho con su emprendimiento. “Ahora trabajo en hospital materno infantil medio tiempo y fin de semana en casa con el negocio”, agregó.

Para Claudia, la etapa de la pandemia fue un reto que supero ya que su presupuesto inicial para producir rellenos fue de solo 10 bolivianos. “Compré un montón de papa, un poco de carne molida que me he fiado; me han salido cinco rellenos, he salido con eso. Compré productos, luego saqué salteñas en la pandemia, me arriesgué con salteñas, las vendí. Ahora me piden arriba de 40 y 100 unidades, entonces hay futuro, pienso que las excusas van a sobrar”, sostuvo.
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