La Paz/Las Cosas Claras.- Desde tiempos de la colonia, en la ciudad de La Paz ya se presentaron problemas geológicos. En 1580 se presentó el primer deslizamiento en el sector conocido como “Anco Anco o Janco Janco”. Este sector se encontraba entre el Kenko (hoy una zona de El Alto) y Llojeta en La Paz.

La ex concejala paceña y arquitecta de profesión, Dennis Ortermann, relata que este sector de Llojeta también era denominado “cerro blanco”, por las características de su suelo.

Sin embargo, a pesar de este antecedente ésta y otras laderas paceñas comenzaron a poblarse, a pesar de la advertencia que efectuó un experto en 1950, de los riesgos de construir viviendas en esos sectores.

El hecho que produjo una migración campo ciudad fue la revolución de 1952 y las determinaciones gubernamentales, como la Reforma Agraria.

“Inicialmente vinieron a habitar toda esta parte del Oeste porque había muchas vertientes, entonces había agua. Vinieron de golpe. Estamos hablando de 500 mil habitantes que tenía la ciudad de La Paz, relata Ostemann.

A este panorama, y en años posteriores, se suma la instalación de fábricas de ladrillos en la ladera Oeste, conocida como Cotahuma.

Hace más de 30 años, en el sector habían pocas casas y eran de una sola planta, recuerda el vecino de San Jorge Kantutani, Lino Quintanilla.

“Había más de 30 casas. Comenzó a poblarse desde la década del 90. Las casas de pisos son del 2000”, cuenta el vecino que vive en este sector hace casi 30 años.

A medida que este sector se poblaba, también se bautizó a los diferentes sectores. Surgieron barrios como San Jorge Kantutani, 14 de Septiembre e Inmaculada Concepción, entre otros, recuerda Quintanilla.

Por su parte, el director de Asuntos Jurídicos, Fernando Velásquez manifiesta que en esta ladera, como ocurre en otros sectores de La Paz, los asentamientos surgieron de la noche a la mañana.

Muchos aprovecharon la oscuridad para aplanar cerros e incluso se recurrió a la dinamita para habilitar espacios y construir viviendas.

Estas ocupaciones se quedaron a pesar de que en 2005 se advirtió de los riesgos de habitar este sector y sin considerar que en décadas anteriores era un botadero.

Áreas de riesgo

“Es un río. No es tierra. Por debajo están varios ríos subterráneos de lodo, lleno de grietas y lleno de agujeros, es como un queso gruyere. Hay movimiento de tierras. Está lleno de filtraciones”, asegura Ostermann al referirse al sector de Llojeta.

Según el mapa de riesgos que elaboró la Alcaldía entre 2009 y 2011, algunos sectores de Llojeta son zonas de muy alto riesgo.

El secretario municipal de Gestión Integral de Riesgos, José Pacheco, explica que el suelo de ese sector está conformado por arcilla y limo. La principal característica es que son suelos con poca compactación, poca cohesión y más aún si se considera que en el área están los residuos de lo que fue el botadero municipal.

A ello se suma el peso de las viviendas que se construyeron, la deficiente evacuación de las aguas sanitarias y la rotura de cañerías.

“La construcción de viviendas muy altas, muy robustas  y pesadas. Y, al margen de eso, hemos encontrado que el sistema sanitario era clandestino y descargaba sus aguas directamente sobre el talud. Hemos tenido también la presencia de cortes al pie del talud, para habilitar nuevas edificaciones”, dice Pacheco.

En La Paz existen 36 zonas de muy alto riesgo y el 70% del área urbana de La Paz es catalogada como sectores de muy alto, alto y riesgo moderado.

Este 70% del territorio paceño, presenta problemas por la calidad de los suelos (geológico), por la presencia de 364 ríos y riachuelos, por la presencia de ríos subterráneos y por las filtraciones por el desgaste de las conexiones sanitarias.

Límites

Los problemas de límites y la falta de acciones conjuntas entre diferentes niveles del Estado, fomentan los asentamientos irregulares, según el director de Asuntos Jurídicos.

“Cuando quieren construir invocan a conflictos territoriales que son acogidos por otros municipios, en este caso Achocalla. (…) Cuando realizamos los procesos de fiscalización, nuestros funcionarios son objeto de procesos penales por allanamiento, por hostigamiento, por despojo”, lamenta la autoridad edil.

Deja un comentario