Una vendedora de bolsas camina por las inmediaciones del colegio Ayacucho. Foto: AMN.

AMN/11-11-21
Ayudantes, cargadores o aparapitas, vendedores de bolsas y alimentos, desde choripán hasta almuerzos, buscan cómo ganarse unos pesos en los cuatro puntos de distribución de la Canasta Escolar 2021, donde algunos beneficiarios necesitan alimentarse mientras hacen fila o ayuda para sacar sus productos hasta encontrar transporte para trasladarse a sus hogares.

Rosaura Lima comentó que el miércoles vendió 30 bolsas de compras tradicionales y este jueves le fue mejor ya que vendió medio centenar hasta pasado el mediodía y pidió a su hija que vaya por más. “Hasta el mediodía, he vendido casi 50, me ha faltado y mi hija fue hasta mi casa a traer más, mañana (viernes) me vengo preparada y traigo todo lo que tengo”, dijo.

El alcalde Iván Arias, quien los jueves dirige el programa radial ‘La Paz en paz’, visitó a los vendedores apostados entre las calles Indaburo y Yanacocha, donde se encuentra el Colegio Ayacucho, uno de los puntos de distribución de la Canasta Escolar 2021.

Entrevistó a una señora a la que pasado el mediodía solo le faltaba vender 10 platos de comida, a un joven de 19 años que terminó con la venta de choripanes y que hasta las 14:30 solo le faltaban comercializar los últimos dos. “Vendí 50 choripanes en toda la mañana”, le dijo al alcalde Arias.

Otra venta exitosa fue la de las sombrillas, pues tanto en la jornada del miércoles como en la de este jueves, la puesta del sol fue permanente en las filas, donde habían mujeres de la tercera edad, jóvenes y hasta niños que buscaban protegerse de los rayos del sol que caían sobre sus cabezas.

No faltaron quienes ofrecen sillas pequeñas de lona o plástico para estas ocasiones y a 15 bolivianos. Los vendedores de bolsas de agua o botellas de 500 mililitros también hicieron de las suyas al igual que los que ofrecían dulces y galletas.

Sin embargo, también están las Cebras o educadores urbanos y funcionarios municipales que ofrecen su ayuda para colaborar a cambio de nada. “Para eso estamos, si podemos ayudar, lo hacemos, pero a veces es muy pesado y no podemos, aunque acercamos los productos hasta afuera del recinto”, dijo una Cebra que junto a su compañera cargaba arroz y harina.

En el Colegio Ayacucho, los padres de familia reciben ocho productos más sus vales de azúcar y leche en polvo, los aparapitas con carritos ayudan a sacar hasta la calle evitando la aglomeración de personas dentro del recinto.

“Hay que tener un buen lomo”, dice sonriendo una mamá que fue ayudada por un funcionario municipal que puso algunos quintales en su espalda y rápidamente salió con los productos a la calle.

Otros ofrecieron sus carritos que soportan varios kilos y desde el miércoles, en los cuatro puntos de distribución de esta canasta, circulan y alivianan la salida de los padres de familia o apoderados que asisten a recoger sus alimentos.

En los cuatro puntos de distribución de la canasta escolar, ubicados en los colegios Ayacucho, y las unidades educativas República Federativa del Brasil, Liceo La Paz “A” y Naciones Unidas, se entregaron ocho productos, un vale en el que se especifica la entrega de: “1 azúcar blanca de 11,5 Kilos y 1 leche en polvo de 760 gramos, para los siguientes días”.
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