AMN/01-08-21
El entusiasmo, empatía y el abrazo que reparten las Cebras de La Paz son actitudes que la Alcaldía de La Paz pretende replicar en la población para que sea más consciente en cuidar su ciudad y practique la cortesía, respeto, saludo, buenos hábitos y otras buenas acciones que permitan generar agentes de cultura de paz.

La Cebra fue una iniciativa de educación vial que surgió el 19 de noviembre de 2001 y en sus casi 20 años de vigencia se consolidó como un ejemplo de educación ciudadana, a partir de intervenciones en las calles y de procesos de formación que desarrolló la Dirección de Cultura Ciudadana de la comuna paceña.

“El objetivo es tener una La Paz consciente, ciudadanos conscientes, que reflexionen, que sean conscientes de lo que hacen, en beneficio de la población”, afirmó el director de Cultura Ciudadana, Iván Salgueiro, en referencia a los próximos retos trazados para el trabajo de los educadores urbanos.

¿Qué caracteriza a este programa y el aporte que da a la población? Salgueiro aseguró que no es suficiente tener a las Cebras para lograr el cambio en el comportamiento de la ciudadanía. Según el director, no se debe esperar la presencia del personaje para cuidar el espacio donde se toma el transporte público o cuidar el ornato, y es que bajo este concepto se prepara desde la Alcaldía otro tipo de planes para inculcar buenos hábitos.

“Esto significa tener una ciudad que de gusto vivir, que tenga bienestar, que se disfrute el lugar. Para eso necesitamos el apoyo de toda la comunidad y vamos a trabajar en programas de formación a corto plazo”, dijo el funcionario municipal.

Las Cebras construyeron en los casi 20 años de trabajo con la ciudadanía un horizonte activo, dijo al respecto la exdirectora de Cultura Ciudadana, Jenny Veliz. “Creo que uno de los horizontes es que la gente se ponga en acción, es bonito decir cuan educados somos en discurso, sin embargo, en la acción debemos ser efectivos para pasar en semáforo rojo, tomar acciones activas como ciudadanos”, sostuvo.

Veliz agregó: “La experiencia de la Cebra debería fortalecernos para que todos podamos ser cebras hasta en la casa; evitar el mal uso de agua. Si estas en espacio público, no arrancar las plantas y sobre todo no ver la ciudad como un depósito de basura”.

Este programa que nació como piloto con el entonces alcalde, Juan Del Granado, fue parte de las acciones de reestructuración de la movilidad urbana en el municipio de La Paz. Después de un estudio realizado para mejorar el tráfico vial, de por si caótico porque toda la circulación se concentraba en el centro de la ciudad, la reestructuración tenía muchas acciones técnicas y entre ellas estaba un plan de educación vial para conductores, pasajeros y peatones.

Veliz recordó que en plaza Pérez Velasco la congestión vehicular era crítica, había comercio informal, dijo que este sector era por demás inviable e inseguro para los ciudadanos.

¿Cómo surgió la creación de las Cebras? La exdirectora cuenta que para 2001, Latinoamérica vivía una fuerte tendencia de cultura ciudadana, sobre todo Bogotá y Medellín en Colombia que desarrollaron intervenciones ciudadanas creativas para generar reflexión en la movilidad urbana y el uso del espacio público como tal, mismas que son referentes para iniciar las primeras pruebas de educación ciudadana en La Paz.

“La imagen de las Cebras fue intencionada para recuperar el paso de cebra en el actuar del ciudadano y esto se lo hizo a partir de la iniciativa y energía de jóvenes que estaban en situación de calle, lustrabotas, voceadores, vendedores de dulces y canillitas”, dijo Veliz.

Los jóvenes Cebras de entre 17 y 19 años de edad, desde sus inicios tuvieron la naturaleza de voluntarios. Soledad Patty fue Cebra a sus 17 años en 2005 y recuerda que en los primero años el traje, que lo conocen como piel Cebra, era un tipo de atuendo que lo portaban dos personas, uno de pie que hacía de la cabeza y patas delanteras, y el segundo que estaba agachado por detrás, para formar el lomo y la cola.

“La gente no sabía si eran caballos, burros o cebras, se hacían la burla; otras veces saltaban por encima de nosotros como en el juego de chorro morro, entonces no había mucha familiaridad”, dijo Patty, quien recuerda además que el programa debía cerrarse a finales de 2001, pues el ciclo estaba por terminar, sin embargo la granizada e inundación de febrero de 2002 fue un momento importante ya que las cebras de entonces se agruparon y fueron voluntarios para rescatar a las víctimas; una acción que los medios de comunicación reflejaron como las “cebras rescatistas”.

“Después de eso se volvió con el proyecto y con el tema económico, salía de los bolsillos de los responsables porque creían en este proyecto y también los chicos. Después de eso fue ampliándose a más cobertura, fueron cambiándose los trajes, empezaron a hacer teatro, surgía desde ellos mismo, hacían sketchs en pasos peatonales”, dijo Patty, quien hasta el 2020 trabajó en la Dirección de Cultura Ciudadana, luego de haber hecho una carrera como promotora de formación ciudadana en varios cargos.

Patty recordó varias anécdotas, pero las más apreciadas son de los desfiles del 16 de julio, de la Revolución de La Paz, cuando el conglomerado de cebras ingresa para recibir el aplauso y afecto de los paceños, niños y jóvenes que los miran con admiración. La excebra estuvo en Washington, Estados Unidos, para replicar las acciones de voluntariado ciudadano con personas de la capital estadunidense y allí, recuerda, enseñó el abrazo y la actitud cebra que no es muy familiar entre los habitantes del país norteamericano.

Como exeducadora urbana, recordó que siempre tuvieron un proceso de formación para que asuman una actitud positiva y sea un elemento de resiliencia y fuerza para la población. “Las cebras pueden sufrir maltrato, sin duda, pero, como te digo, eso puede alivianar con escucha activa, con un abrazo, para que pueda cambiar de pronto de tristeza que tiene la cebra. Siempre se iba a accionar en pareja y cuando algún rato se veía a alguien que estaba maltratando a otra cebra, el otro corría a preguntar o decirle: ‘qué tiene’ o a escucharse, cosa que eso ayuda a liberarte”, sostuvo Patty.

A lo largo de estos años el Programa Cebras y la Dirección de Cultura Ciudadana desarrollaron diferentes alianzas. Veliz explicó que hay el Observatorio Ciudadano, al que se sumaron organismos gubernamentales y no gubernamentales para llevar adelante acciones de cultura ciudadana de manera mancomunada en beneficio de la población paceña.

Dijo que en 2012 finalmente se logró patentar el Programa de Cebras Educadores Urbanos, el Traje Cebra y la imagen como tal ante el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual (Senapi), como propiedad del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz, y como sus reglas se definió no comercializar sus actividades ni responder a acciones políticas de campaña.

Veliz aseguró que las Cebras forman parte del pilar de participación ciudadana, diferente al pilar educativo, donde se ejecutan acciones y programas de educación ciudadana con la población en general y al pilar comunicacional, que permitió llevar adelante campañas comunicacionales, como el “Hasta cuando pues” o el producto transmedia “El Zeta”.

El reto para el programa, según Patty es que el personaje tenga su canal propio de difusión y se pueda expandir el mismo a otras regiones y países, a pesar que ya se replicó en el municipio de Viacha, en primer lugar, luego en El Alto, Oruro, Tarija y Sucre, en estos últimos todavía hay presencia del programa.


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