20 años de aprendizaje, de obreras de limpieza a constructoras de vías en La Paz

0
86 lecturas
Teresa Quispe, de 55 años, en el empedrado de una vía en la zona Gramadal del macrodistrito Sur. Foto: AMUN

AMUN/7-2-2024
“¿En cuántas calles y avenidas trabajamos? ¡Uy!, son tantas, no recuerdo”, dijo con una sonrisa Teresa Quispe, de 55 años. En 2004 empezó a limpiar los sumideros de la ciudad y ahora es parte de la cuadrilla de constructoras de la Secretaría Municipal de Infraestructura (SMIP) de La Paz.


Antes de que los primeros rayos del sol la despierten, Teresa sale de su casa en Alto Tacagua; cambia su pollera y sombrero por un overol y casco y, junto a sus cuatro compañeras, comienza su jornada laboral en el empedrado de una vía en la zona Gramadal del macrodistrito Sur.


“Aprendí de todo este tiempo, es duro el trabajo”, dijo la funcionaria municipal mientras levantaba una piedra; está nueve años en la cuadrilla de constructoras. En entrevista con la Agencia Municipal de Noticias (AMUN), contó que sus cinco hijos están orgullosos de su oficio, incluso algunas veces, el menor de sus “wawitas le acompañaba”.


Santusa Mamani lidera a sus compañeras; hace 14 años deshierbaba los espacios públicos de la urbe y tras incursionar en capacitaciones teóricas y prácticas, actualmente es la encargada de la cuadrilla. “Tenía siempre el interés de ser constructora, me iba a trabajar con los varones, alzaba su herramienta y de esa manera me llevaron a sus obras”, relató.

“Hemos hecho cordones de acera, muros con piedras a la vista, adoquinados y hasta un gavión; los ingenieros confían en nuestro trabajo, somos detallistas, trabajamos de forma consciente”, comentó Santusa, de 47 años. Vive en Chinchaya del macrodistrito rural de Hampaturi junto a sus hijos. Las otras dos constructoras de la cuadrilla son Victoria Daza y Gladis Álvarez.


Picota en mano, Dora Tancara, de 60 años se afanaba en colocar las piedras y conversaba con la AMUN. Contó que también comenzó con su labor en la Alcaldía, hace 16 años, en la limpieza de vías, luego fue ayudante de construcción. “Ahora estoy en la cuadrilla de constructoras, nuestros jefes y compañeros respetan nuestro trabajo”, expresó.


El proyecto en el que actualmente se ocupan contempla la apertura y habilitación vial en la zona Gramadal, desde la plaza de la Mujer hasta el puente Amor de Dios, que permitirá ampliar la capacidad de la circulación vehicular, hay un 90% de avance. “Sigo aprendiendo”, remarcó Dora mientras se limpiaba el sudor por el intenso calor que hacía.
///

Deja un comentario