Conforman la Red Municipal de Prevención de Violencia con el enfoque de Masculinidades.

La Paz/AMN.- “Tienes que estar con tu marido, pase lo que pase”, las familias de Y.V y P.C habían sido claras, no estaban de acuerdo con la idea de que ellas se separen, a pesar de que sus parejas, las agredían de manera psicológica y física, con recurrencia.

“Nuestra sociedad ve la separación de pareja como algo malo, aún si la relación tiene muchos problemas, este es uno de los factores que juega en nuestra contra”, comentó la coordinadora del Albergue Integral para Mujeres Víctimas de Violencia, Consuelo Cadena.

Ambas, Y.V de 24 años y P.C de 25 formaban parte del albergue municipal, cuando ingresaron estaban acompañadas de dos hijos menores de edad. Al no contar con el apoyo de sus familiares, tras dejar a sus parejas, decidieron apoyarse mutuamente para salir adelante, alquilaron una habitación para vivir juntas, con sus hijos, y se rodearon de personas que apoyaban sus decisiones.

“¿Por qué es difícil dejar a una pareja violenta? Para empezar, las mujeres que soportan estos maltratos tienen un grado de dependencia, puede ser económica, emocional u otra. El segundo motivo tiene que ver con que tienen la autoestima muy baja, es por eso que trabajamos este aspecto desde que ingresan”, dijo Cadena.

El albergue municipal presta ayuda emocional, psicológica y de asistencia técnica, como también promueve el empoderamiento a las víctimas de violencia para que puedan reorientar sus decisiones para beneficio de sus actividades.

El círculo de personas más cercano desempeña un papel trascendental en la vida de las personas. Nuestros estados de ánimo, decisiones y afectos se ven influenciados por ellos, especialmente cuando no se ha alcanzado la madurez o cuando existe una falta de valoración.   

Todos los expertos del albergue, desde nutricionistas hasta los terapeutas se enfocan en la autoestima de sus albergadas, ya que el autoconcepto de ellas se ha visto afectado por los tratos que recibieron, dijo la psicoterapeuta del albergue, Candy Zeballos.

Las mujeres que decidieron apoyarse mutuamente, ahora cuentan con actividades productivas, se despojaron de los traumas psicológicos que sufrieron en el núcleo familiar, en tanto, todavía reciben asistencia para algunas decisiones que asumen.

Empoderamiento

El jefe de la Unidad de Albergues y Casas de Acogida de la Alcaldía, Evert Torrez, explicó que el trabajo que las expertas del área emocional y psicológica se enfoca en empoderar y fortalecer el autoconcepto de las mujeres que ingresan al albergue.

“Tratamos de que las mujeres recuerden cuáles eran sus sueños, lo que habrían querido ser de niñas; las cosas que les gusta, las cosas que no les gusta, aquello que quieren hacer y aquello que no. Todo esto es importante cuando se traza un nuevo plan de vida”, dijo Torrez.

Talleres de pastelería, confección y tejidos son impartidos tres veces a la semana para que las mujeres se independicen económicamente y desarrollen sus habilidades. “Cuando aprendemos algo, nos resulta más fácil aprender otra cosa, eso genera confianza en nosotros mismos”, menciona Torrez.

Fechas especiales como San Valentín, son aprovechadas para salir a las calles y ofrecer los productos que elaboran las beneficiarias del albergue. Esta actividad ayuda a romper el miedo que tienen inicialmente de salir y hablar con otras personas. “Además aprenden a confiar en su trabajo, en creer que es de calidad”, dijo una de las maestras que imparte clases.

En el marco de la Ley 348 Integral para Garantizar a las Mujeres una vida Libre de Violencia, el albergue municipal ofrece un apoyo permanente sobre el estado emocional y psicológico de las mujeres. De acuerdo a las necesidades, las mujeres y sus hijos son acogidos y protegidos.

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