Puma geronte en el Bioparque Municipal Vesty Pakos de La Paz. Foto: AMUN

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AMUN/15-06-24

Al menos el 80% de los mamíferos en el bioparque ya son gerontes y viven la última etapa de sus vidas, algunos con cataratas, problemas para oír y hasta perdieron varios dientes. “Incluso han pasado su promedio de vida”, afirmó la médica veterinaria del área de mamíferos, Ana Luisa Cornejo.

En el Vesty Pakos, los cinco jaguares que acogen están al límite del promedio de estándar de vida libre y en cautiverio. “Hacemos un seguimiento, un manejo diferenciado porque cada uno de los animales es alimentado individualmente. Un veterinario va con
el guardafauna, que es el de seguridad y apoyo, vigila las puertas, compuertas, jaulas de manejo, el área y perímetro de encierro, porque aunque sean gerontes, igual son de alto riesgo y pueden reaccionar de cualquier forma”, detalló la profesional.

Sobre cómo darles comida, dijo que si el animal tiene problemas en la visión, se lo induce con el oído, pero, si no escucha y tampoco ve, usan sonidos más fuertes o frecuencias de vibraciones al piso para llamar la atención. “En animales que tienen escasas piezas dentales, porque van perdiendo con la edad, tenemos la alimentación ya picada, molida y licuada o les damos trozo a trozo durante un buen tiempo, para que vaya ingiriendo”, contó Cornejo.

Animal geronte en el bioparque edil. Foto: AMUN

Ante el problema de huesos por la descalcificación, debido a la vejez, el equipo de veterinarios, biólogos y guardafaunas tiene un compuesto químico hecho a base de plantas naturales. Recordó el caso del oso Roqui, quien vivió más de 35 años, cuando el promedio es de 20.

“No se ha visto en ningún tipo de zoológico o centro de custodia en Sudamérica; fue especial porque a él lo desahuciaron y una vez que empezamos a trabajar con el animal, hemos visto que se podía hacer algo más, siempre precautelando el bienestar, de que pueda ingerir alimentos de forma habitual, buena digestibilidad y que no vaya bajando la condición corporal”, explicó Cornejo.

“Como centro de custodia, estamos a cargo de dar las condiciones en salud, en manejo y en nutrición, todo esto engloba el bienestar animal, es nuestra primera normativa, siempre precautelar el bienestar del animal”, afirmó la médica veterinaria. Lamentó la trata y tráfico de los animales silvestres. Algunos monos llegan sin dedos y cola; tampoco tienen todos sus dientes o están limados y cortados incluso hasta la encía. “Esos animales difícilmente van a poder sobrevivir afuera; les echaron agua caliente, algunos han sido encadenados y otros, flagelados. Buscamos darles un segundo hogar”, destacó Cornejo.

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