La Paz /AMN.- Resultados del Laboratorio de Calidad Ambiental de la UMSA demuestran que las aguas del río Achocalla y de la quebrada Alpacoma no fueron afectadas por las aguas y lixiviados del deslizamiento en el relleno sanitario Nuevo Jardín, informó el Director del Sistema de Regulación Municipal (Siremu), Rubén Ledezma.
“El GAMLP, al igual que el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, realizó un monitoreo preventivo quincenal de las aguas de la quebrada y del río Achocalla, luego del deslizamiento en el relleno, a fin de determinar si el deslizamiento, que fue contenido oportunamente, había afectado las aguas de la quebrada Alpacoma o del río Achocalla. Los análisis correspondientes nos han permitido establecer que no existe contaminación que pueda atribuirse al derrame por el deslizamiento”, puntualizó la autoridad edil.
Ledezma aclaró que la quebrada Alpacoma no es un río, sino que por esta quebrada bajan las aguas residuales del alcantarillado domiciliario de Ciudad Satélite y que más abajo esta se une con las aguas del río Achocalla que también tiene importantes descargas residuales del alcantarillado domiciliario de Achocalla.
El reporte técnico del laboratorio de la UMSA demuestra que el control ambiental realizado por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz de los posibles efectos del derrame de residuos sólidos en las aguas de la quebrada Alpacoma y de éstas sobre el río Achocalla, fue efectivo ya que se tomaron las muestras necesarias de control que permitan la evaluación.
Los reportes de monitoreo indican que “en base a los resultados obtenidos en esta campaña de monitoreo, se concluye que las aguas del río Achocalla no han sido afectadas por las aguas y lixiviados del relleno sanitario Nuevo Jardín, al igual que las aguas de la quebrada Alpacoma”.
Esta conclusión está basada en información y datos recopilados durante el estudio realizado en la zona. El primero de ellos es que la quebrada Alpacoma está constituida por “aguas negras”, con presencia de colifecales y nitratos, que no están vinculados directamente con el relleno sanitario y que podrían afectar la calidad de las aguas del río Achocalla.
Asimismo, se ha confirmado que “existen otras fuentes de contaminación en la ribera del río Achocalla, que contribuyen a su calidad. Entre ellos, se debe mencionar a la exploración de áridos en el mismo lecho del río, por parte de particulares y la presencia de ladrillerías”, señalan los reportes.
Finalmente se evidencia que “existen múltiples botaderos de escombros, microbasurales, actividades domésticas e industriales, que vierten sus aguas residuales al cauce del río Achocalla.
