La Paz/AMN. – Esta jornada que conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra pasará a recordarse como un período con históricos bajos niveles de contaminación en La Paz, provocado por la escasa actividad que existe en las calles debido al confinamiento ante la emergencia sanitaria.
Y es que la actividad regular, como el transporte vehicular, representaba, según reportes de la Alcaldía paceña, el 80% de la contaminación. Al no haber mayor circulación, este indicador climático tocó cotas históricas saludables, muy por debajo de lo que permite la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La fecha propicia para vertir resultados es hoy 22 de abril, que se conmemora el Día Internacional de la Madre Tierra. Fue el Estado Plurinacional de Bolivia el que propició que el 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclame el conmemorativo que reivindica la armonía con el planeta.
Según la secretaria municipal de Gestión Ambiental de La Paz, Vannia Villegas, la disminución promedio es de 60%, respecto a los días anteriores a la cuarentena total.
En la ciudad de La Paz, en época seca se genera hasta 80 microgramos por metro cúbico (µg/m3) y en periodo húmedo llega a 45. Sin embargo, en estos días de cuarentena, en la urbe se llegó a registrar 12 (µg/m3). La OMS fijó un porcentaje permitido de 50 (µg/m3) de concentración.
“Ahora tenemos niveles históricos de concentración, desde 12 microgramos por metro cúbico (µg/m3), pasando por 14 (µg/m3) y 19 (µg/m3). Es importante mencionar que una de las razones por la cual nuestro clima se contamina es principalmente por los vehículos”, destacó Villegas, entrevistada en Bolivia Tv.
Según la autoridad, la reducción en la circulación de vehículos, y de las actividades económicas en el área urbana, marcan una gran diferencia en la calidad del aire y de la presión sonora; sobre este último, también bajó, hay 44% menos ruido en las calles.
Según el portal World Air Quality Index, que realiza la medición en tiempo real, la calidad de aire en La Paz está en la categoría “Bueno”, al igual que de Cochabamba y Santa Cruz; al contrario de otras regiones como Santiago, en Chile o Lima, en Perú, donde la calidad es “moderada”.
