La Paz/Las Cosas Claras.- “Nosotros tenemos varios ríos. (…) Cuando viene la lluvia, la crecida se lo va comiendo la tierra y va cayendo toda la parte de los costados. En el caso del Orkojahuira se han hecho 70 metros lineales, pero falta 30 metros. En el caso de Sihuarmani, no tenemos la canalización, ni embovedado, por eso hemos invertido el POA 2019”, afirmó el presidente de la zona Caja Ferroviaria, Luis Manrique, en la audiencia ciudadana del Distrito 10 en noviembre de 2018.
Este pedido, al igual que varios que efectúan los dirigentes de las diferentes zonas de la ciudad de La Paz en las audiencias ciudadanas, es tomado en cuenta al momento de elaborar los planes operativos anuales (POAs). Las demandas vecinales también son consideradas al momento de elaborar los planes estratégicos de desarrollo, como ocurrió con el Plan Integral 2040. Un plan que proyecta a la ciudad de La Paz a largo plazo, afirma el secretario Ejecutivo, Álvaro Blondel.
“El Alcalde (Luis Revilla) escucha permanentemente a la gente. Esta dinámica es parte del proceso de planificación que se hace de manera concertada y conversando con los diferentes actores y, a partir de ello, se van tomando las diferentes definiciones y se van priorizando los canales de financiamiento”, explica la autoridad.
El secretario de Planificación para el Desarrollo, Marcelo Arroyo, refiere que las aspiraciones ciudadanas están refrendadas en los ejes del Plan Integral 2040 y en los más de 700 proyectos que están inmersos en este. “Su concreción va a permitir continuar con el servicio del transporte municipal, con el mejoramiento de las zonas a través del programa Barrios y Comunidades de Verdad, (permitirá) continuar con la gestión integral de riesgos para concluir la estabilización del 100% de los sectores de muy alto riesgo”, enfatiza Arroyo.
Financiamiento
La ejecución de estos 700 proyectos son y serán financiados con recursos propios, créditos y con la segunda emisión de los bonos municipales. Los principales desafíos establecidos en el Plan Integral 2040, para los siguientes años, están referidos a los proyectos de articulación vial interna entre macrodistritos, gestión integral de riesgos y la construcción del hospital de segundo nivel de San Antonio, que contempla la infraestructura, equipamiento, recursos humanos e insumos, asegura Arroyo.
“Esta segunda cartera está destinada a proyectos viales, tenemos también salud y riesgos. Respecto a salud tenemos el hospital de segundo nivel de San Antonio con el que cumpliríamos una de las metas que nos habíamos planteado para completar la red de hospitales de segundo nivel”, destaca Blondel.
Otras necesidades En los últimos años, las demandas ciudadanas cambiaron de gestión de riesgos a la solicitud de servicios. Antes, el 60% de las demandas ciudadanas estaban vinculadas al tema de riesgos.
En las últimas gestiones, esta proporción se revirtió y el 60% son demandas de servicios, como salud, educación y desarrollo social. También la implementación de los centros infantiles y plataformas de atención a la familia, catastro y permisos de construcción, entre otros requerimientos vecinales.
“Sabemos que todavía nos falta mucho por hacer (…), pero creemos que tenemos la brújula con el norte bien trazado que nos va a permitir cualificar las inversiones para poder cumplir con los objetivos con las metas que nos hemos planteado al 2040”, asegura Arroyo.
