Centro de Hemodiálisis dependiente del Hospital Municipal Los Pinos

La Paz/AMN.- Comer sano, no subir de peso, no exagerar con el consumo de sal o de bebidas alcohólicas, el control de la presión arterial y la sangre son algunas de las acciones principales para prevenir la enfermedad renal crónica (ERC), recomendó la nefróloga del Centro de Hemodiálisis dependiente del Hospital Municipal Los Pinos, Patricia Peñalosa.

“Dentro de las enfermedades renales de causa prevenible, lo que tenemos que hacer es no subir de peso, comer bastante sano, comer con disminución de sal y hacer controles tanto de la presión arterial, como de sangre y ocasionalmente, de orina”, enfatizó.

La profesional explicó que los controles de la presión arterial, análisis de sangre y orina son importantes para determinar el buen funcionamiento de los riñones.

Esto debido a que la enfermedad renal es progresiva; es decir, puede empezar con una alteración en la orina sin afectar la creatinina, que es una toxina que está en la sangre y que es expulsada por el riñón mediante la orina. Pero, si no se la atiende la enfermedad adecuadamente la toxina se incrementa en la sangre y esto sí afecta al funcionamiento de los riñones.

Por ello, es importante el análisis de sangre, pues al revelar la mayor presencia de creatinina, se evidenciará el mal funcionamiento de los riñones, explica la especialista.

Es importante tomar estas previsiones, tomando en cuenta que las patologías renales se incrementaron en 68% de 2010 a 2015, y que cada año se registran más de 3.000 casos en Bolivia, según una nota de la agencia Extend Comunicaciones. A ello, se debe sumar que se estima que este mal es responsables del 60 % de las muertes a nivel mundial, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Causas

Peñalosa explicó que la enfermedad renal crónica tiene una enfermedad base; la diabetes y la hipertensión arterial que fueron mal controladas o que no tienen tratamiento podrían derivar en esta. Existen también otras enfermedades menos comunes que provocan la ERC, como el lupus, VIH-SIDA y el cáncer, entre otros.

La diabetes y la hipertensión arterial son consideradas hoy enfermedades endémicas (que persisten durante mucho tiempo). Las mismas son provocadas por la obesidad, la elevación del colesterol, del ácido úrico y de la glucosa (azúcar) en la sangre. Por ello, se recomienda los controles médicos y análisis periódicos si se padece de algunas de estos males.

La médica manifestó que si el paciente es tratado a tiempo se podría evitar que la enfermedad avance y que derive en un problema renal crónico.

“Hay pacientes que dependiendo de la enfermedad y medidas de tratamiento preventivas y adecuadas podemos llegar a estacionar la enfermedad. Muy pocas veces se llega a revertir, pero si el paciente es tratado a tiempo se puede evitar que siga avanzando hasta un nivel que requiera hemodiálisis”, acotó.

Tratamiento

La hemodiálisis es un tratamiento que sustituye la función de los riñones, es decir, filtrar agua y sacar toxinas del cuerpo. Esta se da cuando ya se está en la fase complicada de la enfermedad renal.

Por ello, los enfermos renales son conectados a una máquina de tres a cuatro horas, día por medio. Como ellos no pueden expulsar el agua, ni las toxinas de su cuerpo, se les ayuda a sacar esas impurezas.

“Hay pacientes que no orinan nada. Entonces, el paciente que está en hemodiálisis se le recomienda que tenga restricción total de sal y parcial de líquidos, porque todo el líquido que ingiere no sale del cuerpo y el paciente empieza a hincharse y a tener hipertensión arterial”, señaló.

Cuando los enfermos no siguen la hemodiálisis, comienzan a retener tal cantidad de toxinas en su cuerpo que comienzan a presentar otras molestias como convulsiones, hemorragias, nauseas, vómitos y adelgazamiento, entre otros que pueden llevarlos a la muerte.

La profesional es médica del Centro de Hemodiálisis que fue inaugurado este jueves. Esta unidad se encuentra en la zona de Achumani (Sur) y se trata del segundo centro de hemodiálisis que fue implementado por la Alcaldía paceña; el primer Centro funciona en el hospital La Merced (Periférica).


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