La Paz/AMN.- Es el mediodía del 3 de febrero y un ataúd con franjas verdes y guindas es levantado y cargado en hombros en la puerta del Cementerio General. Dentro del féretro se encuentra el pepino boliviano, un personaje mestizo que representa la alegría y colorido del carnaval

Este acto simbólico se celebra días después del retorno del C’huta, quien tras un largo paseo por las diferentes provincias llega a la ciudad con una misión esencial. Este personaje es el encargado de despertar a su amigo, el pícaro Pepino.

Se conocen varias teorías respecto a su origen. Para el especialista en patrimonio cultural, David Mendoza, el pepino surge en el siglo XIX como una copia del bufón que se lucía en las fiestas de la clase alta. Este es el resultado de una combinación de ingredientes andinos y europeos: payaso pierrot francés, arlequín y kusillo.

Son las 12:30 y la gente está congregada detrás del féretro. Comienza el recorrido al son de un ritmo propio una marcha fúnebre, interpretada por la Banda Municipal Eduardo Caba.

En primera fila se divisan a la chola paceña, chut’as y misses del Carnaval, quienes en medio de llantos y sollozos falsos avanzan por la avenida Entre Ríos hasta el colegio Holanda, donde se armó el palco oficial. El recorrido también es acompañado por autoridades de la Alcaldía y conjuntos folclóricos.

Durante el trayecto el travieso Pepino saca y mete sus manos y brazos del ataúd, como indicio o preámbulo de su resurrección que da paso a su efímera vida.

El acto

A las 13:00, en el palco se sahúma el ataúd y se derrama coca. Luego, el Ch’uta en un acto ritual hace el llamado a los espíritus o Achachilas y Awichas: Illimani, Mururata, Sajama y Huayna Potosí.

— ¡Levántate Pepino! — grita el C’huta a voz suelta y se acerca al féretro para ver si sus palabras surtieron efecto.

Al instante, la chola paceña se acerca al ataúd y con un beso despierta al Pepino; su corazón comienza a latir y así comienza el carnaval.

Suenan los platillos y la banda entona una canción alegre

El Pepino con un salto enérgico y el espíritu juguetón andino que lo caracteriza sale del ataúd. Con matasuegra en mano —su arma en forma de chorizo, dura y contundente fabricada con telas y arena— comienza a bailar.

Su traje plateado y con bordados verdes y guindos, representativos de la bandera paceña, brillan a la luz del sol con cada movimiento pícaro de este personaje.

De su bolsa lanza mixtura, serpentina, confites y monedas.

— Pepino, chorizo, sin calzón!— le grita alguien del cortejo.

— ¡Chauchita! ¡Chauchita!— contesta el pepino con voz aguda, mientras lo golpea con su matasuegras.

En la ciudad de La Paz el Pepino está reconocido por el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz y cuenta con el sello de Patrimonio Inmaterial del Municipio de La Paz desde el 2015 que busca preservar la originalidad de la tradición y sus personajes.

El festejo

El pepino y sus amigos bailan con los centenares de personas que se dieron cita para recibirlo. Alrededor del Cementerio se situaron puestos de venta que ofrecen comida y bebidas alcohólicas.

A unos metros del colegio Holanda, cada una de las comparsas muestra sus mejores pasos. Los ch’utas y las cholas irradian alegría en cada punto donde se ubican.

Mientras el pepino hace girar su matasuegras, no pierde la oportunidad para coquetear con las misses y las cholas.

En medio de baile, guardias municipales junto con personal de la Intendencia recorren revisando si los puestos de venta cuentan con la autorización para ofrecer bebidas alcohólicas.

Para el secretario municipal de cultura, Andrés Zaratti, este evento cuenta con un gran apoyo de la Alcaldía que trabaja en el tema de logística, organizando la programación, el cierre de vías del recorrido y controles del consumo y expendio de bebidas alcohólicas, y de instalaciones de puestos de venta.

Para ello se despliegan funcionarios de las instancias Secretaria Municipal de Culturas, Intendencia, Seguridad Ciudadana, Dirección de Mercados, Sub Alcaldías y otros, explica Zaratti.

Este festejo continuará hasta las 17:00, pues hasta esta hora la Alcaldía dio autorización. Luego de ello, los participantes se dirigirán a salones estilo cholets donde continuarán la fiesta.

El Pepino, mimado del Carnaval paceño, andará libre entre bailes y juegos durante toda la etapa pre carnavalera, sembrando un sentimiento de alegría y color en los corazones de los paceños, hasta ser de nuevo enterrado.

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