La Paz/AMN.- Amarrado por el cuello y las patas a un tronco, así fue encontrado un ciervo andino o taruca que fue rescatado por la Policía Forestal de Medio Ambiente (POFOMA) en marzo de 2017 y que se rehabilitó en el Zoológico Municipal Vesty Pakos.
La taruca, cuya edad se calcula entre 6 y 7 años, fue encontrada en una vivienda de una comunidad cercana a Copacabana. Llegó al zoológico municipal en estado agonizante por las malas condiciones a las que fue sometido.
“El animal no se alimentaba, estaba debilitado. Las pruebas generales que se realizaron fueron ecografías, rayos x, análisis de sangre y cultivos, que determinaron que el animal sufría de insuficiencia hepática a nivel del hígado y un problema de acidosis metabólica, problemas a nivel renal”, contó el veterinario del zoológico, Iván Rodríguez.
La mala alimentación y los largos periodos de ayuno a los que fue sometido le causaron daños en el organismo. En el proceso de recuperación, Bruno perdió una pezuña como consecuencia de la acidosis metabólica, produciéndole una cojera que lo inhabilitaba a retornar a su hábitat.
Con el tiempo la pezuña regeneró, pero no del todo. El problema del hígado fue revertido y actualmente el animal se encuentra saludable. Cuando llegó al zoológico pesaba 29 kilos, actualmente pesa más de 50.
“Nosotros tratamos de que no le falte nada, lo hemos cuidado y lo seguiremos haciendo. Es la única taruca en cautiverio en Bolivia. Ningún otro centro lo tiene”, dijo Rodríguez.
Este ciervo es traficado por sus astas, las cuales se cree que pueden curar de enfermedades. Algunas comunidades lo cazan por su carne.
Datos de la especie
La taruca o venado andino puede llegar a pesar 75 kilogramos y puede alcanzar una altura de 80 centímetros. Son de color marrón, solo los machos tienen astas.
Esta especie se encuentra distribuida por Perú, Chile, Argentina y Bolivia. En Bolivia habita en promedio a 5.000 metros sobre el nivel del mar en regiones como La Paz, Oruro, Potosí, Chuquisaca, Tarija y Cochabamba.
Esta especie está en categoría vulnerable por la pérdida de su hábitat, la cacería y por el ataque de perros ferales, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). En Bolivia, según el Libro Rojo de vertebrados, esta especie está en la categoría “en peligro”.
Se han visto tarucas cerca de la ciudad, específicamente en los cerros de Llacasa, Huaricana, Tahuapalca y Ñuñumañani.
