El evento, que reunió a más de 270 estudiantes, se ejecutó en colaboración con la Agencia por el Bien Común (ABC) y la Secretaría Municipal de Resiliencia
AMUN / 22-11-24
“¡Salgan, salgan!” gritaba con fervor el regente de la Unidad Educativa Isaac Maldonado mientras los estudiantes, en un ejercicio de coordinación y disciplina, abandonaban de manera ordenada sus aulas, siguiendo los protocolos establecidos para situaciones de emergencias provocadas por deslizamientos.
Este simulacro de evacuación, llevado a cabo este viernes, formó parte de una serie de iniciativas impulsadas por la Alcaldía para preparar a la comunidad educativa ante la inminente temporada de lluvias.
El evento, que reunió a más de 270 estudiantes, se ejecutó en colaboración con la Agencia por el Bien Común (ABC) y la Secretaría Municipal de Resiliencia. Durante el simulacro, se simuló una situación crítica donde se debieron atender a los heridos, una labor en la que estudiantes capacitados jugaron un papel crucial. “Hemos conformado cuatro brigadas de atención, capacitadas durante dos semanas para responder ante cualquier eventualidad”, explicó la directora del establecimiento.
Además de la evacuación, los estudiantes se entrenaron en primeros auxilios, una habilidad que, según ellos, es fundamental para poder actuar en caso de una emergencia real. “Es muy importante estar preparados para salvar nuestras vidas y ayudar a los demás”, comentó una alumna entusiasmada por la experiencia.
La Alcaldía, bajo el mandato del alcalde Iván Arias y su Plan de Emergencia “De la Tormenta a la Esperanza”, está enfocada en la prevención, y este simulacro es solo una parte de un esfuerzo mayor que incluye la capacitación no solo de estudiantes, sino también de docentes y padres de familia, convirtiéndolos en agentes activos de seguridad en sus comunidades.
Los momentos de tensión se hicieron palpables cuando los estudiantes simularon el papel de heridos, lo que exigió una rápida respuesta por parte de las brigadas de atención. Los rescatistas, compuestos por sus propios compañeros, brindaron primeros auxilios y organizaron la evacuación hacia un lugar seguro, un ejercicio que se tornó vital en esta zona con antecedentes de deslizamientos.
En medio de la actividad, un estudiante expresó su apreciación por la capacitación recibida: “Esto no solo nos enseñará a cuidar de nosotros mismos, sino que también podremos ayudar a nuestros familiares y vecinos”, comentó mientras ayudaba a estabilizar a un compañero que interpretaba a un herido.
El simulacro se extendió durante varias horas y culminó con la llegada de un camión ambulancia para evacuar a los heridos hacia centros de atención médica, siguiendo estrictamente los protocolos establecidos. “Estamos aquí para demostrar que, a pesar de los riesgos, la preparación y la capacitación pueden marcar la diferencia”, destacó un miembro del personal de emergencia.
Finalmente, la actividad fue reconocida como un éxito rotundo, y se anticipa la realización de un simulacro masivo en diciembre, en el que se movilizarán diversas unidades educativas de la ciudad para reforzar aún más la cultura de prevención ante desastres naturales.
Este esfuerzo continuo busca empoderar a los jóvenes no solo como estudiantes, sino como líderes en la prevención y respuesta ante emergencias en sus comunidades, asegurando que la próxima temporada de lluvias los encuentre mejor preparados.