Ron Pacheco, joven voluntario que gana algo de dinero con traslado de canastas escolares

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Ron Pacheco en acción, cargando las arrobas de arroz en un carrito rn la Unidad Educativa Hernando Siles de Villa Fátima. Foto: AMUN.

AMN/3-12-21
Cargar cerca de 50 kilos de 10 alimentos que componen la Canasta Escolar 2021 es una tarea que el voluntario Ron Pacheco realiza con entusiasmo y dedicación, ya que gracias a esa tarea no solo colabora a los padres de familia que recogen este beneficio, sino que ayuda a su familia con lo que gana por hacer este trabajo. Desde que se inició la distribución, Pacheco traslada los productos de un lugar a otro para ganarse el pan de cada día.

“Estoy hace más de tres semanas atrás desde el colegio Ayacucho con este grupo de Emapa, luego hemos pasado al colegio Claudio Sanjinés, no me acuerdo muy bien la cantidad de veces que he entrado y salido con productos familiares”, relató Pacheco.

Este joven trabajador comentó con alegría que “el trabajo es pesado, pero que vale la pena”, porque lleva algo de dinero a su casa y que “ni la lluvia” lo detiene. Mientras carga los productos para llevarlos dijo que “todos hacemos nuestro trabajo”, tras lo cual salió rápidamente a ayudar a una señora que lo estaba esperando en la Unidad Educativa Hernando Siles de Villa Fátima.

En el transcurso de sus deberes, también habló de cómo habían personas que se alegraban de recoger su canasta y que, en algunos casos, hizo el trabajo de manera gratuita, ya que no todos los padres de familia contaban con recursos para retribuirle el trabajo.

“La mayoría de la gente dice que está feliz, incluso hay personas que nosotros les ayudamos gratis porque no tienen plata y sacarse una seis o tres arrobas tampoco es gran cosa, les ayudamos gratis porque hay personas que realmente no tienen plata, entonces nosotros vemos eso y les ayudamos gratis; sin nada a cambio”, explicó Pacheco.

El joven enfatizó que algunas personas le regalaron su cariño con lo que tenían: “uno, dos pesos, tres pesos, lo que ellos quieran”, además de que ayudaban a cualquiera que lo necesite, ya que “la apariencia no dice todo” y que junto a sus “compañeros” lo sacaban hacia un “lugar donde esté seguro el producto”.
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