La Paz/AMN.- El Alcalde Luis Revilla inauguró hoy la Feria de la Alasita, una tradición que prevalece este año pese a que fue postergada en enero por la segunda ola del COVID-19. Las artesanías y una gran cantidad de innovadoras miniaturas se exponen en el Parque Urbano Central (PUC).
“No podíamos dejar de hacer la feria este año, a pesar que la hemos retrasado”, enfatizó el Alcalde Luis Revilla, durante su alocución. Mencionó que el periodo elegido para la actividad es propicio ya que se percibe una desescalada de contagios y se extenderá hasta antes que el municipio ingrese a una eventual tercera ola de la enfermedad.
“Por eso es bueno que hayamos tomado la decisión de esta fecha, antes que llegue esa tercera ola, para que efectivamente podamos disfrutar del trabajo de los artesanos y evitemos que se pierdan nuestras tradiciones”, agregó la autoridad, quien estuvo acompañado de dirigentes de la Federación Nacional de Artesanos y Expositores de la Feria de Navidad y Alasita (Fenaena).
El Alcalde destacó las medidas de bioseguridad que se incorporó en el PUC y en cada uno de los puestos de venta. “Y todos quienes visitemos la feria a partir de hoy, les pido también mantener el uso del barbijo y evitar por supuesto cualquier situación que pueda agravar los contagios”, exhortó.
Para el secretario municipal de Culturas, Andrés Zaratti, la feria de la Alasita expresa la identidad de la ciudad, que tienen orígenes milenarios. “La Alasita se ha convertido en una de las manifestaciones culturales más importantes que visibilizan la esencia y por qué este municipio es considerado una Ciudad Maravilla”, remarcó.
En tanto, el secretario ejecutivo de Fenaena, Freddy Butrón, aseguró que sus afiliados mantendrán de manera estricta las medidas de bioseguridad y explicó en los tres ingresos al PUC hay cámaras de desinfección, “también en los 62 sectores que trabajamos en el campo ferial, en toda la avenida principal y bocacalles. En las entradas tenemos agua, jabón y alcohol en gel. Cada artesano está obligado, en cada stand, a poner el alcohol en gel para hacer la entrega de la artesanía”, agregó.
La ciudadanía compartió una vez más un momento de fe y devoción al Ekeko a las 12.00, cuando se dio por inaugurada la feria. La costumbre también se trasladó a otros espacios como la plaza Murillo, donde artesanos y amautas ofrecieron sus servicios y productos. Un singular plato paceño fue la oferta de las comideras y las masitas que, por la miniatura, llamaban la atención de los visitantes.