El enmallado de la Terminal Minasa es el que más daños sufrió durante el conflicto cocalero. Foto: AMN.

AMN/06-10-21
La malla perimetral fue cortada para ingresar al interior de la Terminal Minasa, casetas con vidrios rotos y un tubo de plástico que reventó con una granada de gas, son algunos de los destrozos dejados por el enfrentamiento entre productores y de coca y efectivos policiales, en la jornada del lunes, en Villa Fátima. Se calcula que la reparación demandará 4.437 bolivianos y se reporta la pérdida de 37.000 bolivianos por el cierre de 15 días.

“Cayó una granada (lacrimógena) que destrozó el tubo, estamos en reparación de esto. Es tubo que vamos a hacer la compra porque cayó la granada y asciende a 4.437 bolivianos, se hizo la cotización de la infraestructura, material, nos hemos visto severamente perjudicados”, informó la jefa de operaciones y mantenimiento de la terminal terrestre que administra la Alcaldía de La Paz, Violeta Rosso.

Luego de 15 días de conflicto en el mercado de la coca, de la Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), la estación terrestre regresó el martes con normalidad al servicio de salidas y arribos de buses que viajan a Los Yungas y norte del departamento.

Los días de enfrentamiento entre productores de coca y efectivos policiales fueron tensos y el personal municipal tuvo que aplicar un plan de contingencia de emergencia, relató Rosso. Dijo que en una jornada, una usuaria recibió el golpe en una pierna con un cartucho de gas lacrimógeno y en otra oportunidad, un varón cayó y se lastimó.

La Terminal Minasa fue punto de resguardo de algunos manifestantes que lograron saltar el cerco de malla perimetral y al interior se ocultaron de policías, pero el uso de explosivos provocó la rotura de vidrios de dos casetas de empresas de transporte, agregó la funcionaria municipal.

Rosso precisó que la pérdida diaria en la terminal era de 2.500 bolivianos por la suspensión de servicios, como los higiénicos. El conflicto por la apropiación de la sede de Adepcoca, que está a casi un kilómetro de la terminal, comenzó el 20 de septiembre.

En un recorrido que hizo la AMN en el playón de Minasa se pudo evidenciar que hay rastros de fogatas, vidrios rotos, gradas picadas; además la caseta de la Defensoría de la Niñez sufrió destrozos y por varios lugares hay esparcidas piedras de diferentes dimensiones. El techo de calamina de las casetas fue dañada por los explosivos.

Rosso adelantó que está en diseño un plan de contención planificado para similares eventualidades, pero lamentó que en otras gestiones no se haya reforzado las malla perimetral con uno bloque de ladrillos, ya que el material férreo es inseguro y fácil de deteriorar.
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