Gran Poder 2024: la magia de una festividad que mueve millones

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Una de las fraternidades de Diablada que ingresó por la Av. Camacho en la noche. Foto: AMUN.

85 mil bailarines, 20 mil músicos y 231 mil espectadores  llenaron las calles de fe y color en la Fiesta Mayor de los Andes

ESPECIAL ANUARIO

AMUN/MAYO

La ciudad de La Paz se vistió de gala el pasado 25 de mayo para celebrar una de sus festividades más emblemáticas: el Gran Poder. La Fiesta Mayor de los Andes reunió a miles de danzarines, músicos y espectadores, transformando sus calles en un espectáculo de color, devoción y tradición. Declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, esta festividad es un reflejo vivo de la diversidad y riqueza cultural boliviana.

Un legado que trasciende generaciones

El Gran Poder tiene raíces profundas en la historia paceña. Según el sociólogo e investigador David Mendoza, la festividad celebra 101 años desde la primera entrada, 200 años de la imagen del Señor Jesús del Gran Poder y 50 años de la Asociación de Conjuntos Folclóricos. Este evento, representa no solo una expresión de fe y arte para los paceños, sino también una conquista social.

El día que el expresidente Hugo Bánzer ingresó con la festividad al centro de La Paz en 1974. Foto: Memoria fotográfica de la Fiesta del Señor Jesús del Gran Poder – 1900-2022.

“En 1974, la entrada llegó al centro de la ciudad, marcando un hito en la integración social. Fue la irrupción de una nueva clase social que, a través de la danza y la música, logró romper con la discriminación y consolidar su identidad”, explicó Mendoza. Desde entonces, el Gran Poder se ha convertido en un punto de cohesión para todos los paceños.

Una mágica jornada

En 2024, la entrada contó con la participación de 85.000 bailarines y 20.000 músicos, según informó el alcalde Iván Arias. Más de 231.000 espectadores se congregaron a lo largo de los siete kilómetros de recorrido, desde la zona del Cementerio hasta la avenida Camacho de la urbe paceña. La organización demostró un alto nivel de coordinación, con un balance positivo en todos los frentes.

“Terminamos la fiesta antes de la una de la mañana, y a las cinco de la mañana ya habíamos limpiado la ciudad”, destacó la autoridad edil. Además, el impacto económico fue notable, con un movimiento de 68 millones de dólares en un solo día, impulsado por la denominada “economía naranja”. Desde bordadores hasta vendedores de comida, miles de familias encontraron sustento gracias a esta celebración.

Influencers y Cuerpo diplomático

La festividad también atrajo a influencers y personalidades “reconocidos” del país. Ronald Cuéllar, conocido como Ronico, resaltó cómo el Gran Poder lo ayudó a “bolivianizarse”.

“Es un verdadero orgullo nacional, mucho más que una fiesta paceña. Es un mensaje de unidad para todos los bolivianos”, afirmó.

Por su parte, el director de la Alianza Francesa, Eric Company, catalogó al Gran Poder como un “tesoro cultural”, mientras que el embajador Roland Moleka expresó su deseo de compartir esta experiencia en su país natal, el Congo.

La entrada del Gran Poder 2024 se destacó por su diversidad de danzas tradicionales, que hicieron vibrar a los espectadores durante todo el recorrido. Las morenadas, diabladas, kullawadas y caporales deslumbraron con coreografías imponentes y trajes bordados con esmero.

“Cada paso y cada traje cuentan una historia de nuestras raíces”, comentó Ernesto Quispe, presidente de la Asociación de Conjuntos Folclóricos. Estas expresiones artísticas no solo preservan la identidad cultural, sino que también representan un homenaje al Señor Jesús del Gran Poder.

Un cierre con balance positivo

El despliegue logístico fue monumental. La alcaldía movilizó a cientos de trabajadores para garantizar la seguridad, limpieza y orden durante la entrada. Este esfuerzo permitió que la festividad culminara sin contratiempos y con una ciudad lista para retomar sus actividades cotidianas en tiempo récord.

El Gran Poder no es solo una celebración; es un testimonio de la capacidad de un pueblo para transformar su cultura y tradición en un motor de desarrollo económico y social.

Como dijo el alcalde Arias: “Esto es lo que nos une, lo que nos da identidad y lo que nos permite mirar al futuro con esperanza”.

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