sábado, julio 27, 2024

En operativos de control, inspectores municipales verifican la calidad de la carne de cerdo desde el olor

AMUN/31-12-23

La Alcaldía de La Paz informó este domingo que el olor, la consistencia y la apariencia de la carne de cerdo reflejan la calidad, por lo que los sentidos del olfato, el tacto y la vista de los inspectores integrales municipales son fundamentales para detectar si alguna pieza está en mal estado o en buenas condiciones para el consumo humano.

Desde las 06:00, los inspectores municipales tuvieron que agudizar sus sentidos para verificar el estado de la carne de chancho que se comercializa en los puestos de la calle Tumusla, las calles Munaypata e Inkachaca, en Mercado Rodríguez y otros centros de abasto de la ciudad.

Vestidos con cofias, barbijos y guantes, los funcionarios verificaron la manipulación y conservación de la carne de cerdo en cada uno de los puestos de venta de estos sectores y centro de abasto del municipio paceño.

El operativo fue realizado por inspectores de la Intendencia Municipal y guardias municipales, además apoyados por algunos efectivos de la Policía Boliviana. Comenzó en la calle Tumusla a las 06:00 de este domingo y allí se detectó una pieza de carne que estaba en el suelo, lo que constituye una falta de higiene e inocuidad. La carne fue decomisada, pese al reclamo de la propietaria y otras comerciantes.

Luego, los ediles llegaron a la calle Munaypata, donde las vendedoras instalaban sus puestos de venta tras recibir varias piezas enteras de cerdo de sus proveedores.

En esta calle donde tradicionalmente se comercializa esta carne, algunas vendedoras procedían a cortar en porciones más pequeñas los chanchos enteros que recibieron, ante la aguda mirada de los inspectores. En el recorrido recomendaron tapar la carne con una tela de gasa húmeda, ponerla sobre mesas y evitar que sobre salga de ese perímetro para evitar que se contamine por el tránsito de los compradores.

“Mamitas pónganse sus cofias, guantes y barbijo”, recomendaban los inspectores a algunas de las vendedoras que no contaban con esos elementos de bioseguridad y que constituyen un requisito para la venta de este tipo de proteína animal.

En cada uno de los puestos y friales de la calle Munaypata, las piezas del alimento fueron observadas y revisadas con detenimiento, de la parte externa, del cuero y la parte interior. Con la revisión, los municipales comprobaron que esté libre de cisticercosis y que sea apta para la venta al público.

Posteriormente, en la calle aledaña Inkachaca, ubicada en inmediaciones de la plaza Garita de Lima del macrodistrito Max Paredes, los funcionarios y guardias municipales continuaron con la inspección de los puestos. En el sector se encontró en una de las viviendas que es usada como almacén, riñones de cerdo en un balde plástico contaminado por quistes y que fue decomisado.

Las vendedoras de esta calle estaban uniformadas y contaban con los elementos de bioseguridad. “Siempre somos capacitadas, todo el año, por eso cumplimos con los requisitos”, aseguró María, una de las comerciantes de la calle Inkachaca.

Además, se pidió a las comerciantes que coloquen la lista de precios. “Tienen que estar con la indumentaria correspondiente y la lista de precios exhibido, la carne en buen estado y si no están vendiendo tiene que estar tapado”, dijo una de las inspectoras.

En la mayoría de los puestos de venta, se cumplió con el requisito de cubrir el producto, la vestimenta de las vendedoras y con exhibir los precios. “Chuleta 30 bolivianos, paleta 29, pierna 29 y costilla 34 bolivianos”, se leyó en los letreros.

El olfato fue también importante al momento de la inspección, ya que se detectó carne en mal estado. Las piezas estaban sobre la mesa, pero en el momento de la revisión manual y por el fuerte olor, se detectó el mal estado, por lo que fue decomisado.

Finalmente, los 25 inspectores y guardias municipales se trasladaron hasta el mercado Rodríguez. En el centro de abasto se recomendó a los comerciantes del producto que exhiban los precios y utilizar barbijos.

“Tienen que usar la boina y barbijo correctamente, por favor”, exclamó uno de los inspectores al ingresar al sector de venta de carne y tras saludar a los comerciantes.

Asimismo, los compradores destacaron el control municipal. “Está bien que controlen para que está más fresco el chancho”, dijo la señora Magy, una vecina que compra siempre la carne de cerdo de este mercado.

Los funcionarios municipales revisaron los productos de todos los puestos del mercado Rodríguez e incluso aquellos que comercializan carne y menudencias de res. A todos los vendedores se recomendó que use las cofias, guantes y barbijo, además que tapen el producto para evitar contaminación del ambiente.

El control fue exitoso, ya que se comprobó que el 85% de los comerciantes de los sectores inspeccionados, cumplen con los requisitos de manipulación en la venta de la carne de cerdo, que tradicionalmente se consume en Año Nuevo y por lo cual aumenta su demanda.

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