Efectivos de la Guardia Municipal, orgullosos por custodiar por primera vez los restos de Murillo y protomártires

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Un Guardia Municipal acomoda una urna en la plaza Murillo ante la mirada del alcalde Iván Arias.

AMN/ 20-07-21
Los efectivos de la Guardia Municipal sintieron orgullo por custodiar por primera vez durante tres días los restos de Pedro Domingo Murillo y las urnas de los nueve protomártires de la Revolución de Julio de 1809, las que fueron trasladadas de la capilla ardiente instalada en el atrio de la Basílica Menor de San Francisco hasta plaza Murillo.

“Para nosotros fue un orgullo, porque es la primera vez que trasladamos y custodiamos los restos de Murillo, tuvimos que organizar grupos para hacer relevos cada cuatro horas y cumplir con la misión que se nos encargó”, dijo el comandante de la Guardia Municipal, mayor José Zotes.

El trabajo de la Guardia Municipal comenzó el jueves 15 por la mañana cuando sacaron los restos de la cripta de la Basílica Menor de San Francisco hasta el Altar Mayor donde se les rindió los honores.

Posteriormente se colocaron los restos en la Capilla Ardiente que se armó al lado derecho del mismo templo, donde los efectivos municipales las custodiaron hasta las 15:30 que comenzó el acto para su traslado protocolar.

Tradicionalmente son efectivos del Regimiento Colorados de Bolivia, Escolta Presidencial, los encargados de transportar y custodiar los restos de los protomártires de la revolución liderada por Pedro Domingo Murillo, sin embargo, este año no asistió.

La Guardia Municipal participó en el traslado de los restos de los protomártires.

Con redoble de tambores ejecutado por la Banda Municipal Eduardo Caba, las urnas de los nueve protomártires de la Revolución del 16 de Julio de 1809 fueron trasladadas de la capilla ardiente instalada en la Basílica Menor de San Francisco a la camioneta de la Guardia Municipal donde fueron acomodadas cinco, mientras las cuatro restantes fueron cargadas por guardias municipales hasta la Catedral Metropolitana, ubicada en plaza Murillo.

Tras recorrer las calles de la ciudad de La Paz, las urnas fueron situadas en una capilla ardiente a los pies del monumento a Murillo, allí fueron custodiados todo el día por efectivos de la Guardia Municipal, hasta el sábado por la mañana, cuando fueron devueltos a la Basílica Menor de San Francisco.
“En plaza Murillo nos encargamos de custodiar los restos de los protomártires el jueves, viernes y sábado. Los guardias me contaron que fue una emoción y una gran experiencia porque nunca lo habían hecho, ahora se prepararán para el próximo año”, dijo Zotes.

Destacó que se tuvo que hacer un cambio en los horarios de trabajo, para organizar y garantizar que los restos estén protegidos. “Fue un sacrifico, pero una gran satisfacción, ahora veremos cómo hacer para el próximo año, porque los restos son pesados”, agregó.

Los efectivos de la Guardia Municipal resguardaron los restos de Pedro Domingo Murillo, Juan Basilio Catacora Heredia, Buenaventura Bueno, Apolinar Jaén, Melchor Ximénez, Mariano Graneros, Juan Antonio Figueroa, Gregorio García de Lanza y Juan Bautista Sagárnaga. El alcalde Iván Arias agradeció por labor de custodio que realizaron durante tres días.

“Quiero felicitar a la Guardia Municipal que se encargó de cuidar los restos de Don Pedro Domingo Murillo y de los protomártires, hicieron un sacrificio y un gran trabajo. Mis felicitaciones”, subrayó.

Los restos fueron devueltos a la Basílica Menor de San Francisco el sábado a las 10:30 por los efectivos de la Guardia Municipal. “El traslado de las diez urnas estuvo a cargo de ocho guardias municipales bajo el mando del suboficial 1ro. Pacheco y el sargento 1ro Poma quienes llevaros los restos en dos camionetas y entregaron al reverendo padre Benhur Soto, guardián de la Basílica Menor de San Francisco. Guardaron en la Cripta, donde estarán hasta el próximo año”, dijo Zotes.
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