El encuentro “Entrelazadas en la ruta del Amor” no solo celebró el espíritu emprendedor femenino, sino que vibró con la certeza de que, juntas, son capaces de cambiar el mundo
AMUN / 10-10-24
Las trenzas, símbolo del encuentro “Entrelazadas en la ruta del Amor”, ondeaban en el aire como un recordatorio de que, juntas, las mujeres pueden tejer un futuro de oportunidades, empoderamiento y, sobre todo, amor. En medio de este bullicio, una joven destacaba con su carisma: Allison Avendaño, una emprendedora colombiana de apenas 13 años, quien compartió su inspiradora historia entre lágrimas y risas, y se convirtió en un faro de luz para las mujeres.
“Dios me inspiró a buscar en internet ideas de empresas millonarias”, comenzó su relato, llamando la atención de sus oyentes. Allison es propietaria de una escuela digital llamada “Digital School”.
“Mi escuela digital es de emprendimiento y marketing para niños y jóvenes, donde les enseño a compartir sus ideas, sueños o talentos en emprendimientos con propósito” dice al comentar que su idea la hizo utilizando la tecnología.
A medida que hablaba, el auditorio se sumergió en las palabras de la pequeña grande, Eterna Pretis, como ella misma se definió, recordando el momento decisivo que cambió su vida: la venta de su automóvil familiar para financiar un sueño. “Tuvimos que tomar una decisión muy difícil”, relató. La valentía de su familia fue el primer peldaño en su travesía hacia el éxito.
La voz de Allison resonaba como un eco que recordaba a cada mujer presente que los sueños no tienen edad ni limitaciones. Con el empuje de la juventud, Allison se adentró en el mundo del marketing digital y creo su avatar digital.
“Sally”, su avatar digital, se convirtió en la representación de un futuro donde la tecnología y la creatividad se entrelazan, y se presentaba al público con una sonrisa, demostrando que lo que parece complicado se puede hacer accesible para todos.
La historia de éxitos como su participación en Shark Tank Colombia o ser reconocida por Forbes como una de las 70 líderes del futuro parecía sacada de un cuento de hadas, pero ella lo presentaba con la sencillez de alguien que sabe que los grandes logros vienen con esfuerzo.
Inspiradora, como un flamante sol que se abre paso entre la niebla, Allison compartió sus tres principios inquebrantables: Jesús, el propósito y la visión. En cada palabra, cada mirada, cada gesto, la sala se llenó de admiración.
“Jesús es quien guía mi camino y en medio de las situaciones difíciles, en medio de los problemas, en medio de esa oscuridad, sé que estoy protegida”, dice y transmite fe y esperanza a las mujeres que se alimentan de conocimiento en este encuentro.
La pequeña emprendedora con su relato mantiene atento al público que quiere conocer más los otros dos principios. “Ya estamos en nuestro automóvil. Necesitamos saber algo importante en el camino del emprendimiento que nos va a permitir saber si debemos acelerar o frenar. Y es el propósito”, señala.
La jovencita de 13 años hace una analogía para explicar la importancia del propósito: “es tan importante porque nos permite, dentro de nuestro automóvil, saber cómo vamos a dirigirnos en este gran camino como lo es el emprendimiento, la vida y los negocios”, subraya.
Cada palabra de Allison quedaba marcada en las asistentes al encuentro. “Si tú no lo haces, simplemente no se hará”, dice al invitar a sus compañeras a compartir su visión de futuro. “La visión, este punto me parece muy importante, porque debemos visualizarnos, saber cómo queremos ir, qué es lo que queremos lograr”, afirma hacer la analogía del vehículo y el volante. “Una persona sin visión es como un automóvil sin volante” afirma.
La mañana avanzaba y, a medida que las palabras de Allison se convertían en una llamarada de inspiración, cada mujer se sentía más fuerte, más unida. “Quiero que cierren sus ojos y se imaginen en diez años”, apunta y pregunta: ¿qué actividad podrías hacer sin que te pagaran?, ¿qué actividad te hubiera gustado dedicarle la mayor parte de tu vida?, ¿Cuál es la actividad que más te llena el corazón cuando la haces? y ¿Qué es eso que realmente nos gusta hacer y nos motiva a hacerlo cada día?.
En ese momento, el público se transformó; voces de esperanza y de sueños por cumplir comenzaron a resonar, mientras la muchacha les dice: “Con estas cuatro preguntas que hicimos, identificamos nuestra pasión. Una vez tenemos la pasión, vamos a empezar a centrarnos más en la visión”.
El encuentro “Entrelazadas en la ruta del Amor” no solo celebró el espíritu emprendedor femenino, sino que vibró con la certeza de que, juntas, son capaces de cambiar el mundo; se tejieron no solo trenzas, sino también las posibilidades de un futuro donde cada mujer puede brillar con luz propia.
La historia de Allison Avendaño se convirtió en un faro de luz para muchas; una prueba de que la fe, la perseverancia y el amor son las herramientas más poderosas que podemos tener en nuestro camino hacia el éxito.
///
