El vendedor de un motorizado es el responsable de pagar el tributo en tanto el comprador no lo registre a su nombre. Lo propio ocurre con los bienes inmuebles.
AMUN/08-10-2024
Se trata de una práctica muy común en La Paz que genera muchos problemas a los ciudadanos que venden su vehículo a otra persona tras un acuerdo entre partes. Una vez que se establece el trato de compra-venta, la persona que adquiere el bien debe hacer el registro del mismo en la Alcaldía para honrar los tributos; en los hechos eso no ocurre y el perjudicado es el vendedor, quien deja de pagar el impuesto respectivo.
A raíz de esta práctica, muchos ciudadanos que vendieron sus motorizados hace más de 10 años acumulan una deuda tributaria que es muy difícil de pagar. Conforme establece el Código Tributario, es el vendedor el que debe pagar el tributo hasta que no se produzca el registro del vehículo por parte del comprador.
“Esa práctica, apoyada por mucha gente, ha influido para que a la fecha, contribuyentes que sus vehículos han vendido hace 10, 15, 20, hasta 35 años, se encuentren con las cuentas congeladas. Porque a momento de vender, han pactado con el comprador para que él asuma el pago del impuesto a las transferencias y el registro en la administración tributaria del cambio de derecho propietario, y no lo han hecho hasta la fecha. Ha sido una mala práctica y lo que queremos es mejorar esa cultura”, dijo la directora de la Administradora Tributaria Municipal, Noemí Lastra.
En este tipo de tratos entre dos personas la buena fe está en juego. Cuando el poseedor del vehículo no lo registra en la Alcaldía como suyo y paga el impuesto a las trasferencias, no libera al vendedor, que sigue siendo el titular, del cumplimiento de sus obligaciones, por mucho que haya habido “un acuerdo de caballeros”. Con el pasar del tiempo, la deuda se acumula para la persona que sí tiene registrado a su nombre el vehículo.
Para Lastra, este tipo de situaciones son producto de un mal asesoramiento y eso trae consecuencias para el titular del bien. “En el caso de vehículos, un 70% de nuestro padrón se encuentra en manos de poseedores. En el caso de inmuebles es el contrario. Un 20% del padrón está en manos de poseedores, pero estos van regularizando, porque en inmuebles no es mucho ese boquete, dado que un inmueble puede constituir el patrimonio de toda la vida de un ciudadano, pero a la vez nos sirve de garantía cuando queremos construir. El banco nos pide los impuestos al día”, añadió la autoridad.
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