AMUN/ 19-01-22
“El diario de un sarna”, así se titula el texto que el alcalde Iván Arias escribió como testimonio de lo que le tocó vivir cuando hizo el servicio militar, tiempo en el que recibió el denominativo de “Búho” debido a que era delgado y sus ojos resaltaban.
Entrevistado por Ximena Antelo en su programa “No Mentirás” de la red PAT, Arias rememoró algunas etapas de su vida, como el tiempo que transcurrió en el cuartel. “Tengo hasta un libro que se llama ´El diario de un sarnay me apodo en el cuartel era ´Búho
, porque cuando era joven yo era más flaco y destacaban mis ojos, entonces me decían el ´Búho”, dijo Arias.
El Alcalde de La Paz catalogó como “una experiencia muy linda” su paso por el cuartel, aunque reconoció que en un principio no quiso entrar, puesto que su objetivo era estudiar. Sin embargo, las circunstancias se dieron de forma tal que hizo su servicio militar y esas vivencias las traspasó al papel para que queden como testimonio de las experiencias vividas.
“El diario de un sarna” cuenta la historia de las tribulaciones de una persona que no quiere entrar al cuartel, pero luego por todo lo que le pasa termina agradeciendo esa experiencia”, explicó el burgomaestre.
Cuando el alcalde Arias cumplía con su servicio militar, el acalde de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, comenzaba como subteniente y era su instructor en una guarnición militar.
Una crítica de un ciudadano de nombre Leonardo en redes sociales, quien aludió a Arias como un hombre no buen mozo, sirvió para que Antelo le pida a Arias un comentario. Entonces, el burgomaestre recordó que otra etapa de su vida fue cuando le tocó trabajar en un restaurante, testimonio que provocó la sonrisa de la periodista ante la respuesta de la primera autoridad del municipio de La Paz.
“Yo la única vez que si fui mozo, respuesta para el señor Leonardo, la única vez que he sido buen mozo es cuando trabajé en un restaurante, y me han dicho ´que buen mozo, que buen mozo”, dijo Arias.
Fuera de los calificativos en redes sociales, Arias consideró como vital en su vida las cualidades intangibles, como el pensar o amar y perdonar, valores que rigen su vida. “Cada uno debe saber sus debilidades y no tiene que atormentarse, hay que vivir la vida, la única cosa que hay que valorarle a Dios, es que nos ha dado cabeza para pensar, amor para amar esta ciudad y eso voy a ponerlo siempre para La Paz”, añadió.
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