El economista destacó que varios departamentos ya habían sufrido un aumento en las tarifas del transporte público.
AMUN / 27-02-25
El reciente incremento en el costo de los pasajes del transporte público urbano en la ciudad de La Paz, de Bs 2 a 2,40 en los tramos cortos y Bs 3 en los tramos largos, no debería sorprender a la población, según el analista económico Joshua Bellot.
En una entrevista en el programa radial “El Negro en la Calle”, conducido por el alcalde Iván Arias, Bellot explicó que este aumento era una medida inminente, ya que se había registrado un incremento similar en otras regiones del país, como Oruro, Cochabamba y Santa Cruz.
“No debería sorprender a nadie. A nadie le gusta la subida del pasaje ni de los precios en general, pero lamentablemente estamos en un momento coyuntural muy especial con una inflación que significa un aumento generalizado de los precios”, afirmó Bellot.
El economista destacó que varios departamentos ya habían sufrido un aumento en las tarifas del transporte público. En Oruro, por ejemplo, se realizó un estudio de costos que justificó el incremento de los pasajes, que pasó de 1,40 a 2 bolivianos. Bellot subrayó que, aunque el alza podría estar justificada, también podría empujar aún más la inflación, deteriorando el ingreso de la población boliviana.
“Si todo sube, la manera de cubrirnos de esta crisis es subir los precios de lo que cada uno vende, y en este caso, los choferes también se están defendiendo de la inflación”, explicó el analista. Sin embargo, atribuyó la crisis económica a los “malos manejos” del gobierno, señalando la corrupción y el despilfarro de recursos naturales, específicamente del gas, que era la principal fuente de ingresos del país.
Bellot advirtió que el comportamiento defensivo de los agentes económicos podría llevar a una espiral inflacionaria, complicando aún más la situación económica. “En mayo, sectores ya han anunciado que pedirán un aumento de salarios del 20%. Si el gobierno accede, lo más probable es que imprima más dinero, lo que solo incrementará la inflación”, pronosticó.
El alcalde Arias, por su parte, defendió la decisión de no esperar una confrontación entre choferes y vecinos para ajustar las tarifas. “No podemos esperar a que haya un herido o un muerto para actuar. La paz es prioridad”, dijo.
Bellot enfatizó que el gobierno debería ser un facilitador de la actividad económica y no intervenir de manera autoritaria. “Las políticas de comando y control no funcionan. El mercado es más poderoso que cualquier autoridad”, afirmó, sugiriendo que se implementen incentivos creativos que puedan reducir los costos del transporte público.
“Una opción sería eliminar aranceles o impuestos para la importación de repuestos de transporte público”, sugirió, añadiendo que retomar la conversión de motores a gas natural podría reducir significativamente los costos operativos.
El contexto actual, según Bellot, exige un cambio en la política económica del gobierno para evitar que la situación se deteriore aún más. “La inflación afecta a todo el pueblo boliviano, y el estado debería facilitar las condiciones para que la economía funcione de manera más eficiente”, concluyó.
Con este panorama, el aumento de los pasajes del transporte público se presenta no solo como una respuesta a la crisis, sino también como un síntoma de los desafíos económicos más amplios que enfrenta Bolivia en la actualidad.
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