El secretario Ejecutivo de la Alcaldía, José Carlos Campero. Foto: AMUN.

AMUN/28-09-22
La Alcaldía de La Paz apuntó este miércoles a la industrialización de residuos sólidos, a la que expresaron interés 21 empresas entre nacionales y extranjeras, como una fuente de energía calórica, después que el Gobierno prohibiera a las industrias usar gas para generar electricidad y priorizar las exportaciones, y afirmó que es un llamado a adaptarse al cambio de matriz energética.

El secretario Ejecutivo de la Alcaldía de La Paz, José Carlos Campero, afirmó que la decisión del Gobierno, de levantar la autogeneración eléctrica en la industria, implica la rápida adopción de tecnologías para generar una alternativa a la utilización del gas natural, para hornos de las industrias cementeras u hornos de las industrias termoeléctricas.

“Esto es una realidad, ya la basura la tenemos todos los días, la tecnología para el secado y adaptación de esta basura es relativamente barata y es algo en lo que debemos empezar a coordinar rápidamente con estas dos industrias que, yo creo, son las primeras que pueden adaptarse en el corto plazo, para empezar a incorporar este tipo de insumos en sus procesos productivos y mantener desde muy corto plazo los niveles de competitividad, pero van a tener un costo elevado el resto de las industrias que no se adapten”, dijo.

En la primera quincena de septiembre, 21 empresas participaron de las visitas técnicas a los rellenos sanitarios de Sak’a Churu y Alpacoma para ver las características de funcionamiento de ambas infraestructuras, dado que el fin de la concesión es dejar de utilizar rellenos para acopiar los residuos sólidos y reemplazar esta metodología por el uso de una planta de tratamiento, en el marco de la licitación de la “Concesión del servicio de tratamiento y disposición de residuos de la ciudad de La Paz”.

Campero dijo que el cambio de matriz energética es una oportunidad para los gobiernos municipales del eje, incluido El Alto, pero requiere una rápida adopción de nuevas tecnologías, pero para la industria nacional es un desafío.

“Para nosotros, hay que decirlo así, es una oportunidad, no solo para el Gobierno Municipal de La Paz, sino por ejemplo, para El Alto, Santa Cruz y Cochabamba, quiénes podríamos rápidamente adoptar estas tecnologías y empezar a generar una alternativa a la utilización del gas natural”, dijo.

Pero, prosiguió, para la industria que incluso tenía incentivo para autogenerar electricidad es “un golpe duro” porque debe acelerar su transformación a energías renovables. “Esto significa un duro golpe a la industria, esto significa que la industria va a tener que acelerar su transformación a energías renovables, energías no convencionales, energías no vinculadas a los yacimientos fósiles que tenemos de gas natural”.

Campero vaticinó que es probable que en los próximos tres años o un poco más el país se convierta en importador de carburantes pese a que en ese tiempo se encuentre yacimientos de gas o de petróleo porque los procesos de explotación en el aérea de hidrocarburos no son rápidos.

“Lo más probable es que esto sea el resultado de que a partir del 2025 o 2026, Bolivia va a convertirse en un país importador neto de combustible, vamos a tener que importar gas, vamos a tener que importar gasolina y también vamos a tener que importar diésel”, dijo al señalar que ahora es el tiempo del cambio de matriz energética.

Con la vigencia del Decreto Supremo 4749 permite el uso de gas para que las empresas transformen las materias primas en productos elaborados, pero ya no para generar su propia electricidad. La norma que entró en vigencia en los últimos días es con el fin de que la estatal YPFB priorice la exportación del gas natural porque asegura ingresos el erario nacional.
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