En el periodo de estiaje, cuando los afluentes están con bajo caudal, se hace la limpieza y mantenimiento a las obras hidráulicas.
AMUN/28-08-24
Todos los años la Secretaría Municipal de Resiliencia y Gestión de Vulnerabilidades (SMRGV) interviene con material y equipo en las quebradas y las cabeceras de los ríos con el fin de mitigar los efectos de las fuertes lluvias.
Uno de los sectores intervenidos es la quebrada Condorini 1, donde se vuelven a reconformar muros de gaviones y hacer la limpieza respectiva, pero no es el único lugar
“Esto es parte de los trabajos que se hacen todos los años. Antes de esta temporada de lluvias, el año pasado, se ha hecho este muro que está aquí en la parte de arriba, continuando este, que igual ha trabajado en la contención del material de arrastre, pero la lluvia tan extraordinaria ha sobrepasado este muro. Entonces corresponde, en base al análisis y el diseño, volver a hacer más muros de estos. La fuerza de los ríos que confluyen en diferentes cuencas empieza aquí”, informó el director de Emergencias Municipales (DEM), Vladimir Varga, tras una visita realizada al sector.
Otras quebradas intervenidas son Santísima Trinidad y Condorini 2, 3 y 4, dado que todas confluyen en un mismo punto y descargan sus aguas en el río Orkojahuira. Ahí radica la importancia de contener el material de arrastre cuando llueve.
“El control tiene que ser en esta parte, en las partes altas, en las quebradas de inicio, en las de arranque, en las cabeceras. Ese es el tipo de trabajo que hay que hacer para evitarnos tener problemas en el Orkojahuira, en el río La Paz, en Amor de Dios. Porque como confluye el material en el agua de todas estas vertientes, se vuelve violento, con mucha fuerza. En temporada de lluvias llueven casi toda la ciudad, en todas las partes. Ese material se une en un punto, que es el Orkojahuira, y eso arrastra hasta Mallasa, hasta la parte baja de los ríos”, detalló Vargas.
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