viernes, julio 26, 2024

¡Al rescate de las ranas! Se salvaron de ser alimento de humanos

Conoce más historias emotivas en la revista del Bioparque Municipal Vesty Pakos

AMUN/10-06-24

Corría el año 2022. Un grupo de rescatistas pertenecientes a la Policía Forestal de Medio Ambiente (Pofoma) llegan a El Alto con un claro objetivo: rescatar a unas ranas. Surgen muchas preguntas. La principal, ¿por qué las rescatarían? ¿Qué hace en la ciudad y por qué no están en un lago? Una nota publicada por La Razón muestra que estas ranas estaban destinadas al cruel comercio de licuados.

La intervención reveló una realidad desgarradora: la comercialización ilegal de animales, que incluye el sacrificio de estos para la elaboración de jugos que prometen “calmar” el dolor de cabeza o “aumentar su virilidad”. Además, ilustró la urgencia de proteger a
una especie en peligro de extinción.

El comerciante fue aprehendido y las ranas, junto con los envases del licuado, fueron decomisados. Lastimosamente, como este caso hay miles que se presentan entre Bolivia y Perú.

El biólogo del Bioparque Vesty Pakos, Diego Maldonado, revela la historia detrás de las 35 ranas que ahora residen en el bioparque, antes destinadas al consumo humano. “Todos estos individuos fueron, derivados por las autoridades ambientales competentes, departamentales y nacionales, desde 2019 hasta la fecha, en distintos grupos, y todas provenientes del tráfico. Iban a ser comercializados en mercados, ya sea principalmente para el consumo humano, porque se las usa para hacer licuados”, expresó Maldonado.

Con un equipo dedicado a su cuidado, que incluye alimentación cuidadosamente monitoreada y revisiones diarias de salud, estas ranas reciben la atención necesaria para su bienestar. Aunque la posibilidad de regresarlas a su hábitat natural plantea desafíos logísticos y de salud pública, su presencia en el bioparque representa un compromiso continuo con la conservación de esta especie única y vital para el ecosistema del lago Titicaca.

“El tema de las liberaciones todavía no es posible porque no se sabe exactamente de qué lugar del lago las sacan, no se conoce exactamente cuándo las extraen, ese es el problema para no devolverlas a su hábitat natural. Y el otro problema son las enfermedades, porque cuando las tienen para comercialización, las juntan a todas y ahí es donde pueden transmitirse enfermedades”, finalizó.

Haz click aquí para leer la revista completa:

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