Maycool Guzmán, comandante del Grupo de Atención de Emergencias Municipales (GAEM).
Acaba el 2024 y a la hora de evaluar las acciones de rescate que realizó el Grupo de Atención de Emergencias Municipales (GAEM), su comandante destaca que la vocación de servicio de sus dirigidos se antepone a cualquier situación de riesgo.
AMUN / 25-12-24
Maycool Guzmán es el comandante del Grupo de Atención de Emergencias Municipales (GAEM) desde hace seis meses y como líder de este equipo, hace una evaluación positiva de todas las tareas que ejecutó este año con el objetivo de salvar vidas ante situaciones de emergencia extremas, como las crecidas de ríos, la caída de taludes o los incendios forestales.
En esta entrevista con la Agencia Municipal de Noticias, Guzmán hace una reseña de las “hazañas”, como el bien describe, que su grupo ejecutó con el fin de preservar la vida humana.
Comandante Maycool Guzmán, ¿cómo evalúa el trabajo del GAEM este 2024?
Hemos tenido un trabajo bastante esforzado durante las emergencias de esta gestión, respondiendo a LAS mismas de forma inmediata y con el primer grupo de rescate.
El momento más crítico, evidentemente, fue la época de lluvias extraordinarias entre febrero y marzo.
Así es, estuvo lleno de trabajo activo en el tema de rescate para el grupo, ya que en los desbordes que se tuvo, tanto del río Aruntaya como del río Achumani, se presentaron situaciones de alto riesgo donde el personal tuvo que intervenir de forma inmediata, realizando el trabajo para el que está capacitado.
Realizamos rescates exitosos de personas que se encontraban atrapadas, por ejemplo, una de ellas es la persona que se encontró dentro de un vehículo en el desborde del río Aruntaya y en el caso del río Achumani tener el rescate de cuatro personas.
También lastimosamente hemos tenido la recuperación de personas fallecidas que habían sido arrastradas por el flujo de agua causado por el desborde. En el caso mío, el momento más crítico que he tenido antes de que sea comandante es cuando se presentaron los desbordes del río La Paz y el rebalse del río Choqueyapu.
El rebalse del Choqueyapu que estaba acompañado de ondas pulsantes, pudimos hacer el cierre preventivo del lugar y gracias a Dios no llevó a mayores consecuencias. Empezó a ver ondas pulsantes e hicimos el cierre evacuando a los vehículos que se encontraban cerca y desviando los avenidas colindantes o aledañas para que la gente continúe con su rutina y en el caso del río La Paz en Amor de Dios, cuando se desbordó y ocasionó un desastre tremendo también, ahí tuvimos el grato honor de rescatar a cinco señoritas, entre ellas Marcia Franco, una periodista, si no me equivoco, paraguaya.
También hemos tenido desprendimientos de talud, caída de pedrones y durante todo ese tiempo hemos tenido momentos álgidos, pero gracias a la preparación que hemos tenido y también gracias al trabajo en conjunto de cada uno de los brigadistas las misiones que nos han encomendado han sido con mucho éxito, no hemos tenido problemas o tal vez problemas que se hayan generado a través de la descoordinación, porque todas las acciones que hemos tenido han sido acciones coordinadas.
Gracias a Dios el personal GAEM, el personal de la Secretaría de Resiliencia, de la Dirección de Emergencias, ha salido ileso, no hemos tenido bajas, no hemos tenido tampoco personas con lesiones o algo así y eso nos llena de placer, de gusto, pero sobre todo de orgullo que es algo que resalta bastante.
Comandante, usted menciona que hubo trabajos que realizaron donde sensiblemente tuvieron que recoger cuerpos de los ríos, ¿cómo fue esa experiencia?
En el río Achumani una persona se encontró lastimosamente atrapada entre el material de arrastre y la malla del Complejo de The Strongest y bueno, nuestro equipo realizó una búsqueda, un barrido también como les denominamos para ver otros rescates.
La otra persona fue uno de los operadores (de maquinaria) que lastimosamente fue arrastrado por el cauce del río Aruntaya, se lo encontró aguas abajo.
Esos han sido los únicos momentos ingratos, ¿cierto? Porque más han sido los momentos de satisfacción, del deber cumplido, en sentido de rescatar vidas.
Sí, nosotros tenemos un lema: voluntad para servir. Y en el compromiso de cada uno de los rescatistas, de los 40 efectivos que tengo a mi mando, siempre se ha visto esa característica. A pesar de que están cansados, continuar con la labor hasta cumplir el objetivo. Y sobre todo poner mucho más empeño en capacitaciones que nosotros internamente también tenemos, para brindar un mejor servicio a la sociedad.
Y miren, en lo último que realizamos, siempre hemos tenido el placer de salir con el deber cumplido, de haber brindado esperanza de vida a las personas a las que estamos apoyando, pero sobre todo la confianza de que sabemos lo que estamos haciendo, de que ayudamos a las personas con todo el profesionalismo que nos ha caracterizado durante todos estos años al grupo GAEM.
Lo último que nos ha tocado pasar así de álgido es la emergencia en la que estamos en Bajo Llojeta, en la cual continuamos con el trabajo acá, 24/7, desde el momento en que ha comenzado la emergencia.
En Bajo Llojeta también rescataron a un señor de 52 años, ¿cómo fue esa experiencia?
Estaba con hipotermia, sus signos vitales estaban en eso, la frecuencia cardíaca no era muy notoria, era casi imperceptible, cuanto también la pulsación, entonces tampoco no se podía ingresar a pie fácilmente debido a que la masa mórbida estaba muy blanda. Ahora, por ejemplo, es un poco más dominada, se puede dominar más este territorio, ese terreno, anteriormente no se podía. El caballero estaba en muy mala condición y ahí es donde mi equipo, dos brigadas también con apoyo del Ejército, de las Fuerzas Armadas, empezamos a armar un sistema de poleas, una tirolesa para sacarlo de un extremo y llevarlo a otro. Entonces, esa ha sido la manera más segura en la que hemos podido sacarlo.
En la vía no se podía operar, estaba súper resbaloso por el material, este limo arcilloso, por eso esta es una de las hazañas que tenemos. La mazamorra estaba hasta las axilas del señor, no podía moverse, por eso también con el frío, el agua, estaba en hipotermia, después de todo eso se lo liberó de ese espacio, porque aparte también genera un síndrome compresivo por estar tanto tiempo en la mazamorra.
Al final, qué tan ruda es la esencia de la vida, que se salvó de la muerte en tres oportunidades, puede creer que uno de mis rescatistas los reanimó en tres oportunidades en la camioneta, así en movimiento, avanzando rápido, los reanimó tres veces, y por eso hago énfasis en dar la esperanza de vida a las personas, para que otros puedan vivir. Es importante que nosotros también sepamos lo que hacemos y eso es lo que en ese momento se ha hecho, llegar al hospital, hacer el pase de hospital también, porque no es solamente sacar a una persona, llevarla y dejarla. No, hay que hacer un pase de hospital, hay que elevar la información, aproximadamente cuántos años tiene, cuáles son los posibles problemas que pueda presentar esta persona.
Al final salió con vida, lo dieron de alta y estas cosas nos ponen a nosotros orgullosos de lo que hacemos. Esta persona, tengo entendido, después de que había conversado con el Alcalde, le había dado las gracias también por el trabajo que hicimos, porque le devolvimos la esperanza de vivir al caballero.
Nos sentimos felices de que esta persona tenga una esperanza de vida, de que haya podido recuperarse. Uno muchas veces dice: ´he muerto y he vuelto a revivir, estoy otra vez vivo`, como en el caso por ejemplo de Marcia Franco, que igual ella sí nos ha hecho un reconocimiento en redes sociales.
Comandante, ¿cómo es el proceso de capacitación?
Una vez que al personal se le toma exámenes al momento de ingresar al grupo, se les pide que tengan capacitación por lo menos mínima en primeros auxilios y en otras áreas, que son también características del trabajo del grupo. Por ejemplo, durante un tiempo estuvimos incursionando bastante en lo que eran los incendios forestales.
La mayor parte del personal tiene la certificación en bombería forestal. En el caso de atención prehospitalaria, que es otra de las características, tengo varios de los rescatistas que son paramédicos y están también afiliados a la Asociación de Paramédicos de Bolivia. Son técnicos en urgencias médicas, varios de los rescatistas tienen esa especialidad. Me incluyen en ella, porque soy instructor también de esa área.
Y también en el área de búsqueda y de rescate en estructuras colapsadas, el personal se ha capacitado en la Academia de Bomberos de Chile. Es una de las características de nuestro grupo, que muy pocos grupos en el país tienen, me animaría a decir que somos el único equipo que tiene ese nivel de capacitación, que responde en base a la emergencia y está también antes, durante y después cuando suceden estas cosas. La capacitación del personal es esa, esas son las especialidades del GAEM. Por eso cuando hay incendios, nosotros reaccionamos en coordinación con bomberos. Cuando estamos en situaciones críticas, nosotros damos atención prehospitalaria a las personas cuando se requiere. En el caso de búsqueda y rescate en estructuras colapsadas, el GAEM tiene muchas glorias, entre ellas la recuperación de cuerpos, como la que ocurrió en el edificio Málaga, en Santa Cruz, que es una de las grandes hazañas que tiene el GAEM en su historia, donde se logró extraer a las personas que lastimosamente habían fallecido atrapadas en el edificio.
Pero también fue por la calidad de trabajo que ellos tienen acá que tomaron la batuta en Santa Cruz, a pesar de que había grupos internacionales, lograron nuestros efectivos GAEM poder extraer, hacer la recuperación de los cuerpos. A partir de ese momento ya es otra etapa del GAEM, con las capacitaciones que se han dado en salvaguarda, que se han dado en el tema del sistema comando de incidentes, respecto también a reforzar la atención prehospitalaria, primeros auxilios.
Hemos hablado también bastante de lo que es el manejo de campamentos, toda esa capacitación, este personal en este momento está en condiciones de responder y eso nos hace a nosotros sentirnos orgullosos. En mi caso estoy muy orgulloso del grupo que tengo, porque estos jóvenes dejan sus vidas atrás, dejan de lado sus familias, para brindarles apoyo, socorro, atención y esperanza de vida a quien lo necesita.
¿Con qué palabras podría describir el trabajo que realiza el trabajo del GAEM?
Es más que todo ese amor que se tiene primero a la sociedad, esa entrega, esa dedicación que se tiene a este trabajo que tenemos. Lo voy a denominar de esta forma: es la vocación de servicio que tenemos, si bien nosotros no somos ni policías ni militares, tenemos esa vocación de servicio, tal vez que ellos igual la tienen, pero el nivel al que llevan mis efectivos, al que llevan mis rescatistas, me animaría a decir que es mucho más alto que el de cualquier otro funcionario, porque el arriesgar la vida para brindarle esperanza de vida a otra persona no lo hace cualquiera, y uno tiene que estar en lo que hace para darles esa esperanza.
¿Qué representa en su vida el Grupo de Atención de Emergencias Municipales?
En mi vida representa dedicación, amor por la ciudad, amor por lo que hago, la entrega que tengo a mi trabajo, 24/7, a la ciudadanía, a mis rescatistas. Es algo que de verdad no tiene palabras para describir. La vocación de servicio la tengo latente siempre, porque eso está dentro de mi corazón, está en la formación que mi señora madre, la señora Rosa Camacho, me ha brindado, en ese cariño que mi hijo representa también para mí, que mi familia representa.
Simplemente esto para mí es una pasión enorme a lo que hago. Mi GAEM, mi grupo de rescate, mis rescatistas, esa entrega 100% que le ponemos en cada servicio que tenemos, eso es algo único. No hay palabras para describirlo. Simplemente yo trato de enfrascar en estas palabras la voluntad para servir, la vocación de servicio, pero sobre todo en el amor por lo que hacemos y tratar de dar esperanza a la ciudad cuando así lo sea requerido o así sea necesario.
¿Hace cuánto está como comandante del GAEM?
Ya van a ser seis desde que he asumido la comandancia. Yo anteriormente era subcomandante, he estado en el grado de subcomandante durante dos años, dos años y medio, y ya son seis meses que he asumido la comandancia, ya como comandante seis meses.
El GAEM nació el 2002 a raíz de lo que ocurrió con la granizada de febrero de 2002, ¿correcto?
Así es, a partir de ese desastre de la granizada de febrero. Se forma un grupo de voluntarios al cual posteriormente se lo llega a institucionalizar como como el primer grupo de respuesta en el municipio, de atención a emergencias. A partir del 2002 se forma el grupo como un voluntariado y posteriormente ya se institucionaliza el grupo. Y a partir de ese momento se le da el denominativo de grupo de rescate y ya ahí es donde empieza a construirse nuestro grupo como tal, reconocido obviamente por el mismo municipio hasta llegar a este punto.
Ante cualquier emergencia que siempre ha existido en la ciudad hemos reaccionado de forma inmediata, así sean accidentes de tránsito, cuando hemos tenido desprendimientos de taludes grandes como en Jinchupaya, en la avenida Alexander este año, siempre hemos reaccionado de la manera más pronta, hemos reaccionado de forma rápida, también efectiva, y eso es lo que son mis rescatistas.
¿Algo más que desea añadir, comandante?
Algo que me gustaría mucho, que yo sé que cuando mis rescatistas vayan a leer esto, que sepan que uno al comandar un grupo tan lindo, de verdad, siente un orgullo tan grande cuando escucha o cuando tiene que hablar por ellos. Siente un honor enorme.
Yo me siento, de verdad, orgulloso de cada uno de mis elementos, de cada uno de mis rescatistas, porque al final con quienes construimos la historia del GAEM es con ellos. Y este grupo que ya ha cumplido sus 22 años está lleno de glorias, ha tocado en algún momento puntos de inflexión. Y estamos ahora en una segunda etapa en la que estamos tratando de fortalecernos más como equipo, con objetivos claros, apuntando a fortalecer la parte en los equipos, también en infraestructura.
Quiero que se sepa que me siento muy orgulloso de cada uno de mis rescatistas por ese empeño, esa entrega y ese amor que le dedican a la ciudad. Que no les importa dejar a sus familias, muchas veces que salimos de nuestras casas despidiéndonos con un beso, un abrazo a nuestros seres queridos. En el caso mío, a mi señora madre, que la adoro con toda mi alma. A Rosita Camacho, a mi hijo Leonel. Y salimos a hacer lo que nos gusta, para lo que estamos preparados. Y aquello que significa, de verdad, vocación de servicio, pero sobre todo voluntad para servir.
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