AMUN / 10-05-23
Cien años de vida institucional celebró este miércoles el Colegio Alemán Mariscal Braun y en la oportunidad el alcalde Iván Arias destacó a la institución como un punto de referencia de excelencia académica que deja una “profunda huella en la formación” de ciudadanos que contribuyen en el desarrollo del país. Entre 1.500 a 2.000 exalumnos prepararon la gala de su centenario.
“Mis respetos y reconocimientos a los directores actuales y anteriores, docentes y alumnos, así como al personal administrativo quienes forman y formaron parte de esta gran institución que dejó una profunda huella en la formación de ciudadanos y ciudadanas que contribuyeron y contribuyen al desarrollo de La Paz y Bolivia en general”, expresó el burgomaestre en su discurso, luego de mencionar un antiguo proverbio alemán: “no hay nada bueno, a menos que lo hagas”.
Con la presencia de autoridades nacionales, el embajador de Alemania en Bolivia, José Schulz, el director del colegio, Volker Stender, el presidente del Centro Escolar Alemán, Michael Heuchel, la representante de la promoción 1973, Guadalupe Cajías, entre otras autoridades, plantel docente y administrativo, y alumnado, en el auditorio del colegio, el alcalde Arias resaltó que la misión de sus fundadores fue cumplida porque la institución denota excelencia académica, exigencia constante e innovación.
“La misión trazada hace cien años ha sido cumplida a cabalidad por los resultados que son de conocimiento de todos. Lo más importante es que el Colegio Alemán sigue siendo un punto de referencia en la educación nacional que denota excelencia académica, exigencia constante e innovación”, dijo Arias a tiempo de mencionar que en la municipalidad trabajan más de ocho profesionales codo a codo con el burgomaestre.
En tanto, el embajador Schulz sostuvo que por las aulas del Colegio Alemán pasaron ciento de niños alemanes y bolivianos que aprendieron unos de los otros. “Aquí nacen y crecen las ideologías alemanas y bolivianas que aportaron, aportan y aportarán en la construcción de sociedades. Siempre se buscó la excelencia”. El 2015 el colegio obtuvo certificación a excelencia de colegio en el extranjero y el 2019 fue distinguido como el mejor colegio alemán.
“Una de las razones por la que ganó el premio (de 2019) fue que el colegio ofrece la posibilidad de continuar estudios en el instituto de formación dual profesional, por un convenio con la Cámara de Comercio de Industria Boliviano Alemán. Se le otorga un título de técnico superior trilingüe”, añadió. Schulz resaltó que en la Embajada hay cinco profesionales que se graduaron del colegio Alemán. Informó que el Ministerio Alemán de Relaciones Exteriores destina 1.070 millones de euros, 1.200 millones de dólares, para cultivar relaciones culturales con otros países y se consigna una cuarta parte a colegios alemanes, que son 135 en el mundo. “Tenemos 2.000 miembros y más de 750 mil alumnos que aprender el idioma alemán”, dijo.
El presidente del Centro Escolar Alemán, Michael Heuchel, resaltó que en el colegio se vive un encuentro de dos culturas en una enseñanza bilingüe y de alta calidad, que facilita habilidades sociales y emocionales y sobre todo “prepara a los alumnos para una vida en un mundo multicultural globalizado y resolver los desafíos del futuro”.
En tanto, el director Volker Stender recordó que hace 10 días entre 1.500 a 2.000 alumnos de anteriores promociones se reunieron en el colegio para planificar actividades por el aniversario. La exalumna más antigua que participó se graduó en 1945, hace 78 años. “Hay lealtad al colegio y sigue siendo impresionante”, dijo. Los colegios Alemán en Santa Cruz, Oruro y Cochabamba también cumplieron 100 años.
Por su parte, Cajías recordó una anécdota de cuando inició sus estudios en el colegio, cuando era pequeña, y su curso participó del Corso Infantil y fueron premiados, esto posiblemente tras tener un compañero hijo de un “mascarero” al que envidiaban por las hermosas caretas que tenía en casa. “El estudiante sabe que cuenta con el espacio del Colegio Alemán”, dijo y concluyó al indicar que “las herencias intangibles son las que no se pierden ni se rompen, ni se oxidan”.
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