Conoce la historia de cómo el Gran Poder se celebró por primera vez en La Paz
ESPECIAL GRAN PODER 2024
AMUN/24-05-2024
Una foto testifica lo ocurrido. Es el año 1974, el presidente de entonces, Hugo Bánzer Suárez, encabeza una fiesta folclórica acompañado de una gran variedad de danzantes. Es la Entrada del Señor Jesús del Gran Poder. Junto a él está Lucio Chuquimia, presidente de la recién fundada Asociación de Conjuntos Folclóricos de dicha festividad.
La imagen refleja un hecho histórico importante: es la primera vez que esta festividad ingresa al centro de la ciudad de La Paz desde la populosa zona de Chijini.
“El señor Lucio Chuquimia y otros (dirigentes) dicen ‘hemos tenido la invitación del presidente Bánzer para ingresar al centro de la ciudad’ —narra David Mendoza, técnico de la Unidad de Patrimonio de la Secretaría Municipal de Culturas y Turismo— y es cuando el 74 (la fiesta) rompe el cerco de la zona popular de Chijini e ingresa hasta el centro de la ciudad, paralizando prácticamente todo ese día. Con más de treinta fraternidades: morenadas, kullawadas, llameradas, sikuris, waka wakas. Todo este conjunto de fraternidades que ya cada año van adquiriendo importancia”.
Este hecho, continuando con el análisis de Mendoza, representa una conquista del sector del “cholaje” en La Paz, porque expresaba una victoria contra la discriminación y, como este tipo de entradas no eran muy bien vistas, cruzar esa frontera representó un logro social.
“El Gran Poder se va posesionando por esa fuerza, no solamente de arte, de danza, de música, de religiosidad, sino también de un poder social que viene del sector del cholaje, de los migrantes aymaras empoderados que ya tenían cierto poder económico”, explica.
Todo este fenómeno es entendido como la reivindicación de la identidad cultural del migrante aymara e incluso se catalogó este hecho como “la irrupción de una nueva clase social”, es un momento histórico para el empoderamiento ciudadano.
“En el 74 —continúa el también sociólogo, David Mendoza—surge este fenómeno. Muchos dicen que es la irrupción de una nueva clase social que entra al centro de la ciudad con su danza, su música, su identidad, su cultura, para romper ese cerco de discriminación. Es como cuando la clase empoderada empieza a también sentirse parte de esta nación, parte de esta sociedad, y dicen: ´estamos aquí presentes, con nuestra cultura, con nuestra identidad, con nuestra forma de ser´, y bailando morenadas y kullawadas”, añade.
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