Verónica, la mano de la solidaridad en Bajo Llojeta: Cocina para damnificados y trabajadores de la Alcaldía

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Desde el Albergue Illimani, Verónica comparte su experiencia. Foto: AMUN

La solidaridad no se limita solo a la preparación de alimentos. Verónica, quien también perdió su hogar, se unió a otros vecinos para organizar el servicio.

AMUN / 19-12-20

En medio de la adversidad y tras un mes de la devastadora mazamorra que afectó a barrios de Bajo LLoejta, Verónica, una vecina damnificada, se convirtió en un pilar fundamental al organizar una olla común para alimentar a los afectados y a los trabajadores de la Alcaldía que brindan apoyo en la zona.

Desde el Albergue Illimani, Verónica comparte su experiencia: «Estoy cocinando de olla común. Este domingo comenzamos atendiendo desayuno, almuerzo y, en total, hemos preparado hasta 300 platos diarios en los días más críticos. Hoy, debido a la disminución de personas, estamos preparando 80 platos de un revuelto nutritivo».

La solidaridad no se limita solo a la preparación de alimentos. Verónica, quien también ha perdido su hogar, se unió a otros vecinos para organizar el servicio: “Nos estamos organizando como comunidad. Yo formo parte del directorio junto a otros vecinos, y nos apoyamos mutuamente”.

La ayuda ha llegado de diversas fuentes. “Red Uno nos donó una gran cantidad de fideos, y la Fundación Kantutani y personas solidarias que estuvieron con nosotros proveyendo los insumos necesarios”, comentó Verónica, destacando el espíritu de colaboración que ha surgido entre los damnificados.

El gerente nacional de la Fundación Kantutani, Gary Salinas, también se pronunció sobre la labor que están realizando: “Desde hace más de 20 días hemos estado atendiendo a las urbanizaciones más afectadas. Hemos instalado una olla común que nos permite alimentar a unas 200 personas diarias, priorizando a los damnificados y al personal de apoyo, incluidos los militares y el equipo de la Alcaldía”.

Salinas enfatizó la misión de la fundación: “Nuestra esencia es ayudar a quienes más lo necesitan. Queremos seguir organizando más actividades de apoyo, especialmente para niños y adultos mayores. Estamos comprometidos a atender todas las solicitudes de la comunidad”.

La iniciativa de Verónica y su equipo no solo proporciona alimento, sino que también fortalece el sentido de comunidad y apoyo mutuo en tiempos de crisis. La labor conjunta entre vecinos y organizaciones demuestra que, en medio de la adversidad, la solidaridad puede florecer, ofreciendo esperanza y sustento a quienes más lo necesitan.

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