El alcalde Iván Arias, con una sonrisa en el rostro, dio la bienvenida a los asistentes de la feria en Cotahuma y celebró esta iniciativa que no solo promueve la alimentación saludable, sino que también respeta el medio ambiente.
AMUN / 17-01-25
La brisa fresca de Cotahuma, una zona emblemática de La Paz, se llenó de aromas y colores este viernes, cuando se inauguró la primera feria de verduras, hortalizas y otros productos orgánicos, regadas con agua de deshielo del majestuoso Illimani.
Cada 15 días, los habitantes de la ciudad podrán disfrutar de productos frescos y accesibles, traídos directamente de 15 comunidades agrícolas que se están turnando para ofrecer sus cosechas en un espacio que busca fortalecer el vínculo entre el productor y el consumidor.
El alcalde Iván Arias, con una sonrisa en el rostro, dio la bienvenida a los asistentes y celebró esta iniciativa que no solo promueve la alimentación saludable, sino que también respeta el medio ambiente. «Estas verduras y hortalizas son producidas en tierras fértiles que no han sido agotadas, por lo que están libres de agroquímicos dañinos para la salud», enfatizó el Alcalde durante la inauguración.
Con un bullicio animado, los visitantes se acercaban a los puestos, llenos de productos frescos que invitaban a ser comprados. «Mirá esas vainitas, qué bien se ven», Hay “haba, arveja, hay todo. La gente tiene que venir a aprovechar (la feria) para comprar todo barato”, comentaba el Alcalde a una vecina, mientras examinaban los productos. «¿Todos productores del Illimani?», preguntó con curiosidad una señora que se acercó a la autoridad. La respuesta fue afirmativa y la emoción se hacía palpable en el ambiente.
Las conversaciones fluían entre los compradores y los productores. “¡Mirá la zanahoria, qué grande!”, dice sorprendido el Alcalde y se acerca al productor del tubérculo “¿Cómo estás, papito?”, le dice y le comenta “¡qué grande tu zanahoria, papito!, exclamaba Arias mientras señalaba con entusiasmo los enormes tubérculos exhibidos. La feria no solo era un espacio de compra, sino también un punto de encuentro donde se compartían anécdotas y se celebraba la comunidad.
«Estos precios son mucho más baratos que en el mercado», afirma la autoridad mientras veía cómo las amas de casa llenaban su bolsa con choclo y papa. “A cinco bolivianos la cuarta de zanahoria; el choclo está a cinco choclos en 10 bolivianos; está en su época para hacer huminta”, dice al invitar a los vecinos a abastecerse de los productos a buen precio.
Una vecina, al ver los precios, coincidía con el Alcalde en que esta feria representa una oportunidad invaluable. «Soy mamá y papá a la vez, así que cada boliviano cuenta», decía esta ama de casa con una sonrisa que reflejaba la satisfacción de poder llevar a casa productos frescos sin comprometer su presupuesto.
El subalcalde del Macrodistrito Cotahuma, Gonzalo Gonzales, presente en la jornada, compartió la visión de hacer de este lugar un campo ferial permanente para las comunidades. «Esto es un privilegio, tener acceso a productos de calidad directamente de los productores», dijo mientras mostraba orgulloso una bandeja con acelga y pacay. «Aquí no hay intermediarios; son los mismos productores quienes traen su esfuerzo y dedicación», acotó.
La feria también se convirtió en un espacio de apoyo mutuo y solidaridad. «En tiempos de crisis, tenemos que tendernos la mano entre todos», recordó el Alcalde, instando a la comunidad a seguir apoyando esta iniciativa. «Que Dios los ilumine y que siempre caigan bendiciones sobre sus hogares», finalizó, mientras los aplausos resonaban en el aire.
Así, la feria de Cotahuma no solo se convirtió en un punto de venta de productos orgánicos, sino en un símbolo de unión, esperanza y trabajo en conjunto. La cita se repetirá cada quince días, prometiendo un futuro brillante para los productores y consumidores de La Paz, donde la calidad, el precio y la salud se encuentran en un solo lugar.
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