Un viaje hacia la esperanza en el PumaKatari

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Con esta nueva ruta, el sistema de transporte PumaKatari continúa reafirmando su compromiso con la movilidad sustentable y accesible para todos los paceños. Foto: AMUN

En cada parada del servicio edil en la nueva ruta a Mallasa, los testimonios de esperanza y gratitud, como la de Andrea, se entrelazaban, marcando el inicio de una nueva era en el transporte público de La Paz.

AMUN/ 22-10-24

Los vecinos de Mallasa celebran la llegada del Servicio de Transporte Municipal PumaKatari al macrodistrito. Esta nueva ruta se considera un hito en la movilidad en zonas como esta, que durante años se había visto afectada por la escasez y la irregularidad del servicio de minibuses.

Jimena, una residente de Jupapina, se mostró muy contenta por la implementación del nuevo servicio. «Es fenomenal, es mucha alegría para todos nosotros. Hace tiempo que estábamos esperando que llegara el Puma a nuestra zona», comentó, destacando cómo la falta de transporte adecuado había afectado a la comunidad.

Hasta ahora, los habitantes de Jupapina enfrentaban el problema de sentirse abandonados a su suerte cuando intentaban hacer trayectos hacia Mallasa, ya que las rutas de los minibuses frecuentemente se quedaban cortas. «Ahora tenemos un medio de transporte seguro para llegar a nuestros hogares», añadió.

Luis, un estudiante universitario de la zona, manifestaba su entusiasmo mientras esperaba el bus. «Soy estudiante y este servicio era necesario para todos, desde los niños hasta los adultos», dijo. El joven también apreciaba que el PumaKatari podría ayudar a aliviar la congestión que, en ocasiones, era abrumadora durante los fines de semana por la afluencia de turistas hacia la región. «Con las paradas adecuadas y el servicio continuo, confiamos en que esto va a cambiar nuestra realidad», afirmó con esperanza.

El eco de la alegría continuó resonando en la voz de René Paravicini, quien vive en la zona Amor de Dios. «Siempre ha sido difícil conseguir transporte, generalmente tenemos que caminar hasta Calacoto para encontrar un bus vacío», enfatizó. René se mostraba entusiasmado por la llegada del PumaKatari, un servicio que, según él, simplificará las vidas de cientos de personas que dependen del transporte público.

 “No solo se trata de transportarnos, sino de hacerlo de manera segura y efectiva”, subrayó por su parte Ana Liz, quien ha sido usuario del PumaKatari desde su primera implementación hace una década. Desde su perspectiva, el servicio ha mejorado considerablemente, aunque esperó que las rutas se ampliaran aún más para beneficiar a las áreas más alejadas.

La mujer que es una pasajera constante del bus municipal con satisfacción por la calidad del servicio dijo: «Ya son 10 años, entonces tiene un servicio muy excelente y de buena calidad; eso es lo bueno y estoy muy feliz que entre hacia Mallasa».

La respuesta de los vecinos fue unánime; el PumaKatari no solo representa un nuevo medio de transporte, sino también un símbolo de esperanza y progreso para una comunidad que ha luchado por su reconocimiento y dignidad. «Aunque hubo inconvenientes con ciertos sectores del transporte antes de esta implementación, todos los vecinos damos la bienvenida a este nuevo servicio», concluyó Lorena Yepes, satisfecha con los avances.

Mientras el sol comenzaba a ponerse tras los Andes, la promesa de un transporte mejor y más accesible se transformaba en una realidad palpable. En cada parada del PumaKatari, los testimonios de esperanza y gratitud como la de Andrea se entrelazaban, marcando el inicio de una nueva era en el transporte público de La Paz. Los vecinos, que habían soñado con este día por tanto tiempo, finalmente podían sonreír, porque su anhelo había sido escuchado.

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