Un homenaje inolvidable a Raúl Shaw Moreno con una plaza que lleva su nombre

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En el centro de la plaza está una piedra tallada con la imagen del bolerista boliviano. Foto: AMUN

El espacio cuenta con un mural que alberga la letra de la canción “Óyelo bien” y un arco que lleva inscrito el nombre del destacado cantautor de boleros junto al célebre título del bolero: “Cuando tú me quieras”.

AMUN / 15-11-24

La noche de este viernes, el aire se llenó de nostalgia y música en la inauguración de la plaza en honor a Raúl Shaw Moreno, un símbolo del bolero boliviano e integrante del célebre Trío Los Panchos. El alcalde Iván Arias, con una emoción palpable en su voz, recordó a su madre, una ferviente admiradora del artista, mientras sus palabras despertaban ecos de canciones que habían reverberado en los corazones de generaciones pasadas.

“¿Dónde hay la plaza de Raúl Shaw Moreno?”, se preguntó el Alcalde en un momento de revelación personal; ilusionada al descubrir que el lugar había sido revitalizado como un tributo a su ídolo musical. La plaza mirador, que se alza majestuosa con vistas al Illimani durante el día y a la ciudad de noche, se ha convertido en un santuario para los amantes de la música romántica y la memoria colectiva.

Con una voz que fluctuaba entre el canto y la emoción, Iván Arias interpretó fragmentos de letras que habían sido el hilo conductor de su infancia, canciones que su madre solía entonar con melancolía. “Ay, qué triste es el quererte. Ay, qué triste es el amarte (…)” resonaron en el aire, recordando a todos los presentes la profunda conexión emocional que la música puede generar a lo largo del tiempo y el espacio.

El homenaje no se limitó a las palabras; la plaza cuenta con un mural con la imagen del artista y su grupo con un micrófono (antiguo) y alberga la letra de la canción “Óyelo bien” y un arco que lleva inscrito el nombre de Raúl Shaw Moreno junto al célebre título de la canción: “Cuando tú me quieras”.

El mural servirá a los visitantes como un escenario para tomarse fotos y ser parte de la historia de Raúl Shaw Moreno. También, una piedra tallada con la imagen del artista se erige como un recordatorio tangente de su grandeza.

La sobrina del homenajeado, Narda Shaw, con voz entrecortada por la emoción, compartió una anécdota que hizo revivir los momentos de un pasado dorado: el día en que el Trío Los Panchos llegó a las calles de Oruro para llevar a Raúl a la cima de su carrera. “Raúl Moreno no muere porque el bolero, al igual que él, es inmortal”, afirmó, expresando el legado eterno que el artista ha dejado tanto en su familia como en su país.

El público, formado por amigos, vecinos y autoridades, se unió en un coro de aplausos y vítores, abrazando la memoria de un hombre que llevó su tierra en su corazón, incluso en los escenarios más lejanos.

Narda cerró su discurso con un encarecimiento pedido a los ciudadanos: “Conviértanse en centinelas del cuidado de esta hermosa plaza que representa el cariño y reconocimiento a grandes hombres”.

En ese momento, la plaza mirador no solo se estableció como un espacio de encuentro, sino como un mural viviente de la identidad cultural boliviana, erguido en alabanza a uno de sus más grandes embajadores.

Así fue como la noche se despidió entre recuerdos, melodías y un renovado compromiso de enaltecer una herencia musical que trasciende el tiempo. La plaza, bajo el manto estrellado y con el Illimani como testigo, se convirtió en un tributo eterno a Raúl Shaw Moreno, un homenaje que, sin duda, seguirá sonando en los corazones de quienes la visiten.

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