AMUN/14-07-22
Primero se asumieron medidas correctivas para reducir el gasto de funcionamiento, después se ejecutaron planes de incentivo para el pago de tributos municipales en esta gestión y que permitieron mejorar los niveles de recaudación y ahora la perspectiva es, con un crecimiento sostenido, superar los 500 millones de inversión en infraestructura en 2023.
“Nuestra perspectiva para el 2023 es llegar a más de 500 millones en inversión en infraestructura, es decir un 50% más de lo que este año tenemos. Estamos con un crecimiento muy expectable en la inversión en infraestructura”, informó el secretario municipal de Finanzas, José Antonio Rivera.
De los 1.780 millones de bolivianos que representó la ejecución en 2021, en 2022 se estima que la cifra llegará a 2.026 millones de bolivianos, cuyas fuentes de financiamiento provienen de recursos propios, transferencias del Tesoro General de la Nación (Coparticipación Tributaria e IDH), donación externa, donación interna, crédito externo e interno. La proyección es que para el 2023 estos números sigan en crecimiento.
“Nuestra perspectiva para esta gestión ha sido lograr estabilizar las finanzas del municipio, nuestra mirada al futuro es afianzar el crecimiento, hemos partido por debajo de cero, con cifras negativas; ahora, luego de estabilizar las finanzas, nos orientamos a un crecimiento que se traduzca en mejoras significativas en la atención de las necesidades de la población, en dotación de servicios y sobre todo en inversión física y social.
Para respaldar esta proyección que, en criterio de Rivera, se debe a que la comuna paceña recuperó su autonomía financiera; el titular de Finanzas detalló cómo se incrementaron los recursos de inversión en infraestructura.
Los ingresos fundamentales que permiten el funcionamiento del Gobierno Municipal están divididos en dos fuentes de recursos las transferencias del nivel central del Estado y los tributos y patentes municipales. De las dos, actualmente la principal fuente de financiamiento es la generación de recursos propios, lo que se puede calificar como autonomía financiera.
“El Gobierno Municipal depende en sus ingresos básicamente de dos fuentes de recursos, por un lado están las transferencias que nos hace el estado central por conceptos como Coparticipación Tributaria e IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos) y por otro lado están las recaudaciones, la capacidad de generación de ingresos propios. Cuando hablamos de autonomía financiera nos referimos a que el Gobierno Municipal, a través de sus distintas instancias, es capaz de generar una mayor cantidad e ingresos propios que los que recibe de transferencias del Estado”, explicó Rivera.
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