El diálogo entre el Alcalde y el Monseñor Pérez también abordó los desafíos que enfrenta la plaza, especialmente en relación con el cuidado y la preservación de su patrimonio.
La solidaridad no se limita solo a la preparación de alimentos. Verónica, quien también perdió su hogar, se unió a otros vecinos para organizar el servicio.
Destacó que la solidaridad se ha visto reflejada en el espíritu de los niños, quienes han motivado la donación, incluso ofreciendo parte de sus meriendas escolares.