Señalan que las subalcaldías son espacios de proximidad con las juntas vecinales

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AMN / 25-07-21

Las nueve subalcaldías del municipio de La Paz son espacios de mayor proximidad a las juntas vecinales, porque administran los recursos económicos asignados y distribuyen el fondo de atención ciudadana, que varía en función al techo presupuestario de cada macrodistrito. Desde agosto, año tras año, cada directiva vecinal define con los subalcaldes la atención a sus demandas de su zona.

“Las subalcaldías son espacios de mayor proximidad a las juntas vecinales. A través de su presidente, las juntas vecinales coordinan directamente en representación de este espacio territorial con la subalcaldía que corresponde a la zona y definen el Plan Operativo Anual (POA)”, aseguró el coordinador técnico de la Dirección de Gobernabilidad de la Alcaldía de La Paz, Limbert Gironda.

Explicó que las subalcaldías, como espacios territoriales, lideran el relacionamiento de las juntas de vecinos con el Gobierno Municipal a través del diálogo y la concertación. El relacionamiento entre las directivas de juntas vecinales con los subalcaldes es directo para tratar la ejecución de proyectos de obras o infraestructura en los barrios.

Una subalcaldía es un espacio del mismo Gobierno Municipal de La Paz, donde hay servicios de intendencia, de otorgación de licencia de funcionamiento, programas de desarrollo humano, fiscalización y regulación de las edificaciones, también el resguardo de predios municipales para evitar avasallamientos; con el área de mantenimiento dan respuesta inmediata a las demandas vecinales; asimismo vela por la atención del alumbrado público y otras en cada macrodistrito.

El municipio de La Paz tiene bajo su jurisdicción nueve subalcaldías, de las cuales siete son urbanas y dos rurales. Hay 23 distritos zonales en los nueve macrodistritos; 21 distritos urbanos y dos rurales. En función a esas características se distribuyen el presupuesto programado cada año.

El presupuesto asignado a las nueve subalcaldías del municipio de La Paz en 2021 alcanza a 215.354.000 de bolivianos, recursos que están destinados a la inversión en obras y social, también en gastos de funcionamiento.

“Por ejemplo, a Cotahuma se le asignó 30.800.800 bolivianos; Max paredes 35 millones; Periférica 32 millones, San Antonio 33 millones, Sur 35 millones, Mallasa 16,5 millones, Centro 14 millones, Hampaturi 8,8 millones y Zongo 8,4 millones de bolivianos”, explicó Gironda.

Detalló que el presupuesto asignado a Cotahuma le permitirá ejecutar 120 obras, en el caso de Max Paredes 159, Periférica 158, San Antonio 106, Sur 102, Centro 17, Mallasa 23, Hampaturi 21 y Zongo 22 obras.

Gironda precisó que la asignación de recursos económicos varía en función del techo presupuestario de cada subalcaldía y dependiendo de la cantidad de zonas que hay en cada macrodistrito. El presupuesto asignado a la inversión en obras se destina a la ejecución de proyectos viales, encarpetados, empedrados, adoquinados, asfaltados y eventualmente recapeos, graderías, muros de contención, utilización de maquinarias, y otros, dependiendo de la zona y las características del barrio. 

A partir de agosto de cada año se define generalmente el POA de la próxima gestión (2022) y cada junta de vecinos analiza con su comunidad, en la zona donde corresponde y en asambleas, para definir el tipo de obras que solicitará que atienda el siguiente año. 

“Por un lado tiene que ver con el tema de infraestructura; por otro, ese mismo presupuesto se trata de optimizar, muchas veces, con algunos temas adicionales y se arma algunos bolsones de respuesta inmediata eventualmente, si es que quieren revitalizar sedes sociales, algún módulo policial, mejoramiento de un centro de salud, etc.”, dijo el coordinador técnico.

Informó que las subalcaldías no generan ningún tipo de ingreso económico; todos los recursos en la Alcaldía de La Paz se generan a través del pago de patentes, licencias de funcionamiento y otros, que pasan a formar parte del tesoro municipal; en consecuencia, los macrodistritos reciben presupuestos anuales desde el nivel central.

La distribución de recursos es en función a la cantidad de juntas vecinales que hay en cada uno de los macrodistritos. Por ejemplo, dijo, la Subalcaldía Max Paredes tiene cuatro distritos; 7, 8, 9 y 10. “En ellos se asigna un monto similar por cada distrito, no igual, algo aproximado; este techo presupuestado por distrito se distribuye entre las juntas que forman parte de ese distrito”, remarcó Gironda.

Existen macrodistritos que van desde las más pequeñas como Mallasa, que tiene siete juntas vecinales y otras subalcaldías que tienen mayor alcance entre 130 y 150 juntas, como la subalcaldía de la Periférica, Cotahuma y Max Paredes. 

“En el caso del distrito siete, éste tiene 27 juntas vecinales. El presupuesto se divide con esa cantidad de juntas que tiene el distrito. Ninguna junta vecinal queda sin obras. Ahí el control social, elegido por el distrito, se reúne con todos los presidentes y de manera pública se define la asignación de presupuesto para cada zona; no todos los distritos tienen la misma cantidad de juntas y en función a eso cada distrito distribuye su presupuesto”, dijo Gironda.

Explicó que hay algunas variables en la administración del POA. “Hay un eje transversal que es el Programa Barrios y Comunidades de Verdad de Mil Colores; en estos casos son concursos, estamos ejecutando justamente en esta gestión algunos proyectos que devienen de concursos anteriores”, expuso Gironda.

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