Recuperando la identidad: Un desfile de raíces paceñas

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Maya Bolivia Méndez Carazas, representando a la entidad Nativa y con la invitación de la diseñadora Brita. Foto: AMUN

Las bailarinas Patricia Mendizábal y Maya Méndez se sienten orgullosas de haber subido a la pasarela vestida de Chola Paceña.

AMUN 20-10-24

La brisa fresca de octubre acariciaba la Plaza Tejada Sorzano de La Paz, un aire de celebración se respiraba en el ambiente. Con un evento tan esperado, la capital boliviana se preparaba para rendir homenaje a una de sus figuras más emblemáticas: la “Chola Paceña”. En este marco, Patricia Mendizábal, directora académica de la Escuela Tango Sur, se presentaba con entusiasmo frente al micrófono, compartiendo su experiencia en el desfile.

“Soy Patricia Mendizábal y estoy feliz de ser parte de este desfile”, comenzaba con una sonrisa. Era su debut en el evento, y la emoción en su voz era palpable. La invitación del Secretario de Culturas le había brindado la oportunidad de enfundarse en un atuendo que no solo la adornaba, sino que también representaba la elegancia y el orgullo de su ciudad. “Todo lo que hay debajo de la pollera, toda la elegancia…”, decía, evocando una conexión con la rica cultura que la envolvía.

Mendizábal no escatimó en agradecimientos al diseñador Vladis de Platinos, cuya creatividad le permitía lucir como una auténtica chola paceña en esta emblemática pasarela. Para ella, esta figura representa una imagen vital, un ícono que trasciende fronteras y que, en este octubre tan significativo, se erige como un símbolo de identidad y amor por su tierra. “Feliz de vestirme como una buena paceña y tanguera”, apostilló, reconociendo la importancia de resaltar las tradiciones que definen a Bolivia.

No muy lejos, Maya Bolivia Méndez Carazas, representando a la entidad Nativa y con la invitación de la diseñadora Brita, compartía su propia voz en este coro de celebraciones. “Como cholita, es la primera vez que participo en un desfile así”, comentaba con un brillo en los ojos que reflejaba orgullo y timidez a la vez. Para ella, el atuendo que llevaba no era solo tela y adornos; era un pedazo de la identidad boliviana que cada chica paceña honra en su andar.

Las palabras de Maya resonaban con fuerza al describir a la cholita paceña como un ícono nacional: “cuando uno viene no la tienes que buscar en las calles; la cholita está ahí, viva, elegante”. Su descripción del vestuario era un despliegue de detalles que evocaban la majestuosidad de la tradición: el sombrero, las joyas representativas, la pollera con pedrería y lentejuelas, cada elemento conformando un relato viviente de su cultura.

Ambas mujeres coincidieron en la relevancia del evento, no solo como un desfile de modas, sino como un acto de reivindicación y celebración de sus raíces. “Orgullosos de ser paceños y bolivianos”, decía Maya, resaltando la importancia de identificarse con la cultura que laten en sus corazones. “Nuestra cultura está viva, no la tenemos que buscar… Jallalla La Paz”.

Y en medio de risas, música y el bullicio del evento, las cholas paceñas. Mendizábal y Méndez Carazas se despidieron de los presentes, llevando consigo el legado de una tradición que, cada año en octubre, encuentra su escenario en la emblemática pasarela de la ciudad de La Paz.

Con un guiño al futuro, ambas mujeres, como embajadoras de su cultura, nos recordaban que la belleza de ser bolivianos no solo se viste de gala, sino que también se siente en el corazón.

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