AMN /06-19-21
Nuna, la cachorra puma de seis meses de edad quedó restablecida. Se encuentra en el Bioparque Municipal Vesty Pakos desde octubre de 2020. Se quedará en este espacio bajo el cuidado del personal técnico y recibirá los cuidados para mantener su bienestar, porque no podría sobrevivir en su hábitat natural.
“Nuna, así como muchos otros animales provenientes del tráfico ilegal, no tiene la posibilidad de ser liberada, porque no cuenta con las capacidades de sobrevivir bajo las condiciones de vida libre, al haber sido separada de su madre a una edad muy temprana”, afirmó la directora del bioparque, Grace Ledezma.
La funcionaria municipal recordó que la cachorra puma fue rescatada el 18 de septiembre de 2020 en la localidad de Santa Fe del municipio de Puerto Villarroel, en el departamento de Cochabamba. Las autoridades de este municipio la encontraron con un collar y atada con cadena a un árbol de plátano, junto con animales domésticos. Acudieron al lugar tras recibir la denuncia de que había mordido a una niña.
“La encontramos al borde de un río”, dijeron los integrantes de una familia al relatar el hallazgo que ocurrió meses antes. Luego de encontrarla la llevaron a su casa y durante ese tiempo la alimentaron con comida casera y alimento para perros.
Tras el descubrimiento, la felina fue llevada al Centro de Atención y Derivación (CAD) de la Gobernación de Cochabamba, donde le realizaron las primeras evaluaciones y análisis sanitarios, en ellos se determinó que tenía un grado de anemia leve. Luego la Autoridad Ambiental Nacional, la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas del Ministerio de Medio Ambiente y Agua decidieron remitirla al Bioparque Municipal Vesty Pakos.
El 1 de octubre de 2020, según Ledezma, Nuna llegó al bioparque y fue recibida por el personal técnico y operativo del área de Conservación y Manejo de Fauna Silvestre de Vesty Pakos, después de viajar por vía terrestre, varias horas, en una caja transportadora de madera de tamaño grande y bajo la supervisión del personal del Gobierno Municipal de Cochabamba.
Tras su arribo, Nuna fue sometida a una revisión veterinaria. “Se encontraba nerviosa, deshidratada, desnutrida, con un peso bajo, tenía el pelaje opaco, erizado, además presentaba distención abdominal y ectoparásitos”, informó.
Ante esta situación se inició un tratamiento veterinario con el suministro de antiparasitarios y reconstituyentes para elevar su sistema inmunológico. Además, dijo Ledezma, se llevó adelante una dieta en base a carnes de res y pollo, alimento balanceado para felinos y sustituto lácteo, y se efectuó el monitoreo diario y vigilancia a su comportamiento.
Nuna fue instalada en un ambiente en el área de cuarentena del hospital veterinario y que fue acondicionado previo a su llegada. El lugar tenía diferentes elementos como hojarasca, puentes aéreos, tarima, arenero y otros elementos con la finalidad de brindarle bienestar, seguridad y que pudiera desarrollar comportamientos propios de su especie.
Un mes después de su llegada, en noviembre del año pasado, su alimentación fue cambiada porque ya no aceptaba los alimentos iniciales. Desde ese mes hasta la fecha consume dos raciones de comida al día en diferentes horarios en base a carnes de res y pollo, además reforzados con suplemento de calcio y omega tres. Con todo el tratamiento y alimentación se logró que su condición corporal mejore.
“Tomando en cuenta que todos los cuidados con Nuna han sido realizados de manera responsable, siguiendo lo planificado por el equipo técnico del bioparque y los resultados han sido satisfactorios”, dijo Ledezma.
En cuanto a su comportamiento se observó que inicialmente, Nuna era social y tolerante hacia sus cuidadores, permanecía alerta y se desplazaba con cautela. Luego empezó a dar saltos y “al presentar comportamientos de juego y se la entrenó a través de condicionamiento operante”, que es una técnica que se usa para enseñar nuevos comportamientos lo que facilita a los veterinarios y biólogos revisar a los animales sin tener que estresarlos o sedarlos, explicó Ledezma.
Explicó que tras todo este trabajo realizado en 10 meses, actualmente, se realiza un “proceso gradual de interacción” para lograr la integración completa en el hábitat de estos felinos denominado Pumasani y donde también se encuentra el puma Huayna.
Este primer paso consiste en mantenerla en aislamiento dentro de la misma área de los pumas. “Durante los dos últimos meses, Nuna y Huayna estuvieron conociéndose visualmente, no obstante, aún no fueron colocados en un mismo ambiente para que establezcan un contacto directo”, agregó.
Luego de estas estas acciones, los técnicos del bioparque la integrarán completamente en el Pumasani, que será su hogar permanente. Esta acción se realizará bajo supervisión y monitoreo continuo de su comportamiento, considerando todas las medidas de seguridad en caso de que se presente alguna eventualidad, remarcó la servidora pública.
El traslado, inserción y controles veterinarios especializados fueron realizados con la cooperación de Laboratorios Bagó de Bolivia S.A, para preservar la supervivencia y desarrollo óptimo de la puma y como parte del Convenio de Cooperación Interinstitucional que se firmó con el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz en favor del Bioparque Municipal Vesty Pakos.
Ledezma añadió que para la mantención de carnívoros grandes, como los pumas, se requiere una considerable inversión económica ya que se debe cubrir desde su recepción hasta su rehabilitación, además de diversos exámenes complementarios.
“Como radiografías, ecografías, análisis hematológicos, coproparasitológicos, histopatológicos y otros, así como la medicación para realizar diversos tratamientos. Asimismo, la adecuación gradual a una nueva dieta apropiada, que cubra todos sus requerimientos nutricionales”, precisó Ledezma.
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