Con el tráfico vehicular en aumento, la recomendación es clara: dejar los vehículos particulares en casa, no solo para aliviar la congestión, sino como un acto de autocuidado.
AMUN / 24-12-24
La ciudad se transforma en un verdadero hervidero de actividad en esta época del año. Las luces navideñas iluminan las calles, los aromas de la temporada impregnan el ambiente y la prisa se convierte en la norma. En medio de este bullicio, la Secretaría Municipal de Movilidad y Seguridad Ciudadana lanza un llamado a la reflexión: es momento de reconsiderar cómo nos movemos y actuamos en estos espacios de confluencia.
Con el tráfico vehicular en aumento, la recomendación es clara: dejar los vehículos particulares en casa. Esta medida no solo busca aliviar la congestión, sino que también se convierte en un acto de autocuidado.
Al optar por el transporte público o por caminar, los ciudadanos pueden realizar sus compras de último momento sin la inquietud de que su vehículo sufra daños, o peor aún, que se convierta en víctima de la delincuencia.
El secretario Municipal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Ariel Tórrez, afirma que la migración interna de personas hacia los centros comerciales durante la Navidad, atrae no solo a los compradores, sino también a aquellos que buscan aprovechar la ocasión para delinquir.
La tranquilidad, entonces, se convierte en un argumento poderoso. «¿Para qué arriesgarme a perder tiempo buscando estacionamiento, consumiendo gasolina y estresándome en el camino?», reflexiona Tórrez. La respuesta es clara: al dejar el coche en casa, la experiencia de compra se transforma en un paseo más placentero y seguro.
Sin embargo, el secretario también alerta sobre la importancia de cuidar las pertenencias. En un entorno donde la gente se agolpa y el dinero en efectivo aún se mueve con frecuencia, se hace imperativo ser cauteloso.
Evitar, mostrar billetes en público y realizar transacciones en cajeros automáticos con puertas cerradas son consejos que, aunque parecen sencillos, pueden marcar la diferencia entre una jornada de compras tranquila y una experiencia estresante. «Siempre hay que estar alerta. A veces, la amabilidad de un extraño puede esconder intenciones no deseadas», advierte.
El cuidado de los más pequeños es otro aspecto que no debe pasarse por alto. Con tantos estímulos y distracciones, es fácil perder de vista a un niño. «Siempre hay que mantener el contacto físico con ellos», aconseja Tórrez Guerra al mostrar cómo una mamá que sujeta la mano de su hijo. Preocupado por las multitudes, en un instante de distracción, la preocupación puede convertirse en una realidad angustiante.
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