AMN/8-11-21
Más de 1.000 ñatitas recibieron este lunes el agradecimiento y cariño de sus seres queridos, amigos o de aquellos creyentes que aseguran que cuidan de ellos o que les “cumplen favores”, en 15 pasajes que fueron habilitados en el Cementerio General de La Paz.
“Han ingresado alrededor de mil ñatitas, aparte de las que tiene el Cementerio, y cada uno de los creyentes ha hecho su tradición, han puesto sus velas, han puesto ofrendas, han puesto flores, han hecho sus pedidos conforme con su tradición”, informó la directora de la Entidad Descentralizada Municipal de Cementerios de La Paz, Patricia Endara.
El camposanto paceño abrió este lunes sus puertas de 07:00 a 15:30 y en ese tiempo recibió a 5.000 visitantes que acudieron en familia o solos y se apostaron en 20 pasajes, de la 26 a la 46, donde las acomodaron en urnas especiales, con coronas de flores, serpentinas, cigarrillos, coca, velas y hasta les dieron serenata, siendo la música de la morenada la más sonada en el festejo.
“Son guardianes de mi hogar, no permiten que se pierda nada, sobre todo cuando viajamos y dejamos la casa sola, ellos se dan modos de ahuyentar a los ladrones o dueños de lo ajeno asustando con ruidos u objetos que dejan caer”, dijo Yola Quispe (36), que tiene tres ñatitas: María, Rosa y Juan, que los mantienen en su casa, en un altar construido por su esposo.
Según cuenta Quispe, son una herencia de la abuela que pasó a su mamá y que al morir quedaron con ella, pues, como es hija única, su mamá vio necesario dejarlas en su poder para que la cuiden.
Cada 8 de noviembre se celebra la fiesta de las ñatitas, en agradecimiento a los difuntos por los favores y cuidados que los familiares reciben de parte de las almas. Para este 2021 los obreros municipales usaron sus herramientas para exhumar cuidadosamente las 89 calaveras que reposan en este camposanto. Como todos los años, las desenterraron, limpiaron y las pusieron en un altar común.
La directora del Cementerio General manifestó que se realizaron dos misas, la primera a las 10:00 y la segunda a las 11:00, en las que los creyentes respondieron con mucha responsabilidad y respetaron las medidas de bioseguridad. “Sin embargo, aunque en baja cantidad se encontraron bebidas alcohólicas que fueron decomisadas inmediatamente”, dijo.
Endara indicó que estas almas olvidadas son veneradas porque les cumplen sus deseos y cada una de ellas llega al camposanto en compañía de su creyente, vienen con gorras, gafas, chalinas, flores, adornos y una serie de indumentaria que le ponen.
Informó que los visitantes se acercaban a las ñatitas y aunque no eran conocidas, les regalaron coronas de flores, coca y cigarros y les rezaron. “Les dan una oración consultando siempre el nombre de la ñatita a la que están rezando y pasando de una a otra”, dijo.
La Secretaría Municipal de Desarrollo Económico, a través de un boletín, informó este lunes que personal del municipio realizó controles para evitar asentamientos de comerciantes en las aceras del Cementerio General y facilitó la circulación de cientos de visitantes que acudieron a la celebración de la fiesta de las ñatitas. También se hizo controles para impedir el ingreso de bebidas alcohólicas y comida, además de pedir carnet de vacunación a cada visitante.
Coronas de flores, coca, pasankallas, cigarros y velas son los productos con los que comerciantes intentaron instalarse cerca de los ingresos habilitados para la celebración, que, sin embargo, fueron retirados debido a la obstaculización al flujo de circulación que provocaron. El personal de la comuna paceña organizó el comercio en áreas permitidas, además de controlar el consumo de bebidas alcohólicas.
La mayoría de la gente es reacia a hablar sobre su ñatita, sin embargo, Carmen de aproximadamente 50 años de edad contó que es una tradición hacer este festejo año tras año. “Se trata de que tengamos fe a las almitas, otros dicen que ellas (almas) interceden ante Dios por nosotros; por eso les tenemos fe, porque han sido personas como nosotros y no adoramos en vano”, dijo.
Carmen, que cargaba en sus manos a dos ñatitas, sostuvo que “son almas que quizá no tienen a nadie ni quien les ponga una flor y por alguna razón llegan a nuestras manos” y, dijo, “por eso se les debe dar cariño y amor, y adornarlas para que no se sientan olvidadas”.
Andreita y Andrés, como las llama Carmen, llegaron a sus manos por medio de su hijo que es militar y encontró los cráneos en Sajama. “Vengo desde Oruro cada año y traigo a mi Andrés y a mi Andreita, no las conocemos, pero ya las queremos”, aseguró.
Roberto Guaygua, que se encontraba con una ñatita, dijo que se trataba de su hermano René quién en vida fue un artista famoso que fue asesinado. “El tocaba en diferentes agrupaciones entre ellas Veneno, Sin Control y otros, hasta que fue victimado y hasta ahora no sabemos lo que pasó; son casi 20 años”, relató con lágrimas en los ojos. Dijo que esta es su segunda salida a este festejo y la familia mantiene la esperanza de que algún día se hará justicia.
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